Decía Winston Churchill que hay dos cosas que son ciertas en esta vida: la muerte y los impuestos. Antonio Fabregat, Mejor Orador del Mundo en 2015 y 2016 y padrino de Jameson Sine Metu Stories, añade una tercera: el miedo a hablar en público.
Un pequeño temor que sólo aparece de vez en cuando, pero que trae muchos quebraderos de cabeza a 3 de cada 4 españoles, según una encuesta de Adecco.
Bajo el lema “Si te atreviste, cuéntalo”, Jameson Sine Metu Stories invita al público a contar ante desconocidos historias reales, relacionadas con un reto superado, un acto de valentía que cambió su vida o, sencillamente, un momento en el que se atrevieron a ser valientes. Estas historias, contadas en bares o cafés, son actualmente una tendencia en ciudades como Londres o Nueva York; un paso más para romper barreras con el público y crear nuevas experiencias participativas, como ya hicieron en su día el microteatro o los clubes de la comedia.
Antonio ha desvelado 4 tips fundamentales que pueden servirnos cuando nos enfrentemos a tan difícil reto:
Ponte en la piel de la audiencia. Si no lo haces, pierdes su atención mucho antes del comienzo. Antes de empezar a escribir tu intervención, cierra los ojos y piensa: “si yo estuviera entre la gente que me va a escuchar, ¿qué tendría que pasar para que pensara que ha sido una buena intervención?”. Ten en cuenta sus aficiones, qué les motiva, por qué están ahí, y haz de tu discurso algo interesante. Si quieres poner la piel de gallina, primero tendrás que preguntarte cómo es estar en su piel.
No hay una segunda oportunidad para generar una primera impresión. En los primeros momentos de nuestro discurso, la gente suele estar más atenta. Tanto es así, que no es infrecuente que en sus cerebros se genere una conclusión apresurada: “esto va a ser un rollo” o “mira, qué bien, va a ser interesante”. Ganar su atención desde el principio es, por tanto, fundamental, pues determinará el nivel de atención que recibirás durante el resto de la intervención. No comiences con un “Buenos días. Voy a hablaros de X”. Cúrrate tu primera impresión.
The easier, the better. Cuanto más fácil de seguir sea tu discurso, menos probabilidades habrá de que un Whatsapp travieso desvíe la atención para siempre o que una mosca voladora te haga perder a la mitad del auditorio. En otras palabras: prepara una estructura que poermita a tu público comprender el mensaje. Si sales y dices: “Bueno, hoy quiero hablaros de 14 cosas”, es muy poco probable que alguien recuerde esos 14 puntos al terminar. Haz un esfuerzo por organizar tu mensaje de forma sencilla y aplica un principio básico: avanza lo que vas a decir, dilo y resume lo que has dicho.
No olvides a Sherezade. Otro gran reto en nuestras intervenciones es que el discurso no suene muy rimbombante, lejano o difícil de seguir. Para evitarlo, “baja las cosas a la tierra”: pon ejemplos, haz visible lo que estás contando. Los expertos en comunicación lo llaman “efecto Sherezade”. Como el Sultán en las mil y una noches, nuestro público muchas veces no se convencerá por un buen argumento o un buen dato, sino por algo que le haga sentirse identificado o que le permita empatizar así que cuenta historias.
En resumen: enfréntate a ese miedo de la forma más inteligente, gánate a la audiencia desde el minuto uno y hazles sentir que, contigo, no pierden el tiempo.
Antonio Fabregat ofrecerá una masterclass de oratoria el próximo miércoles 7 de junio a las 19:30 en la agencia Señor Goldwind, en la que dará más claves para ganar confianza en nosotros mismos, perder el miedo a hablar en público y convertirnos en grandes comunicadores.
Más info.: Jameson Sine Metu Stories