Si en España lo típico en Navidad es comer cochinillo, pavo, langostinos o bacalao con coliflor, dependiendo de la zona, en Japón, lo tradicional es comer KFC en Navidad y pedir un menú de pollo frito. Una tradición que nació hace cuatro décadas gracias a una potente campaña de marketing.
KFC en Navidad, la idea de Takeshi Okawara
La idea de comer KFC en Navidad ocurrió en el año 1974 y la campaña se llamaba “Kurisumasu ni wa Kentakkii!”, es decir “Kentucky for Christmas!” o “Kentucky Para Navidad”. Fue idea de Takeshi Okawara, el primer dueño de un restaurante KFC en Japón y CEO de la compañía en su país entre 1984 y 2002.
Okawara se inspiró en una cadena americana para vender cubos de pollo de KFC con motivos navideños. Su ocurrencia de vender KFC en Navidad tuvo tal éxito que la promoción se convirtió en una tradición nacional en Japón en el año 1974.
Y es que KFC supo ocupar un hueco vacío en un país en el que sólo el 2% de la población es cristiana y no había ninguna tradición navideña similar. La costumbre ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. De hecho hoy los menús navideños de KFC en Japón incluyen mucho más que pollo frito como es el caso de los postres.
Y hasta champán marca KFC.
Otra tradición navideña vinculada con KFC en Japón es el llamado Colonel Sanders vestido de Santa Claus en Navidad.
Se calcula que unos 3,6 millones de familias en Japón comen KFC en Navidad. Por eso, es habitual hacer el pedido con semanas de antelación para evitar las largas colas que se forman en los restaurantes.