Un nuevo spot de tampones anuncia “el Papá Noel de la vagina”

Ya era hora de que alguien se atreviera a decir la palabra “vagina” para hablar de la menstruación. Hello Flo, una empresa americana que envía productos de higiene femenina a domicilio, ha lanzado un spot explícito, pero muy divertido, sobre la primera regla.

Un nuevo spot de tampones anuncia “el Papá Noel de la vagina”. Hello Flo, una empresa americana que envía tampones a domicilio, acaba de lanzar uno de los mejores spots que hemos visto sobre higiene femenina. Ni metáforas cursis al estilo “a qué huelen las nubes” ni spots inquietantes como el de Amaia Salamanca para Tampax Pearl.

 

El anuncio, de casi dos minutos de duración, cuenta la historia de una niña de unos 12 años que es la primera en tener la regla en un campamento de verano para chicas. En lugar de avergonzarse, como harían la mayoría de niñas, utiliza su experiencia para hacerse popular y se convierte en “Camp Gyno” (la ginecóloga del campamento). 

 

 

El spot cuenta con mucho sentido del humor como Camp Gyno va ganado poder a base de distribuir tampones. Al final, se convierte en toda una dictadora. Hasta que las demás chicas descubren Hello Flo, un servicio que envía tampones, compresas y dulces a domicilio, sincronizado con la regla. “¡Es como el Papá Noel de la vagina!” llora desesperada Camp Gyno, que ha perdido todo su poder.

 

 

Según informa AdWeek, el spot se ha producido sin agencia. Pete Marquis y Jamie McCelland, que trabajaron juntos en BBDO, han creado la campaña.

 

Tenemos que reconocer que, aunque sea un poco explícito, el spot es muy divertido. Ya era hora de que alguien se atreviera a decir la palabra “vagina” hablando sobre la menstruación.


La ventaja diferencial del producto queda clara. Aunque Hello Flo sirve tapones a mujeres de cualquier edad, hoy lanzan un nuevo “Starter Pack” para las chicas que tienen su primera regla, que encaja perfectamente con el tono del spot. Además el anuncio consigue transformar la experiencia de la primera regla, que suele ser un momento vergonzoso para las niñas, en un motivo de orgullo.