El código QR avanza en el etiquetado de productos y podría imponerse al código de barras en 2027

  • Así lo afirmaba la Asociación de Fabricantes y Distribuidores en la jornada “Del código de barras al código QR”
  • Empresas como Mahou, Mercadona o Grupo Barón de Ley ya están adoptando estos códigos en sus productos
una mano escaneando un producto con un codigo QR en el supermercado

Los códigos de barras han articulado la logística de los negocios de gran consumo durante décadas. Sin embargo, la pandemia supuso un primer varapalo para este tipo de códigos de una línea, que dejaban paso a los códigos QR en restaurantes y otros establecimientos por cuestiones sanitarias como alternativa a los menús físicos. Este cambio de paradigma no se quedó ahí, sino que se ha ido acelerando en los últimos años con la creciente necesidad de información y de agilidad que tienen los consumidores en los puntos de venta.

“La industria está trabajando para lograr la adopción generalizada de los códigos QR”

La situación podría ahora derivar en una imposición definitiva del código QR sobre el código de barras para el año 2027. Es la conclusión a la que ha llegado la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AEOC) en la jornada “Del código de barras al código QR”. En esta cita, además de valorar la situación, se han analizado casos de éxito de empresas que ya han hecho la migración definitiva al código 2D en el etiquetado de productos.

Con la vista puesta en finales de 2027, la industria trabaja en la adopción generalizada de códigos QR, con el objetivo de mejorar la experiencia del cliente y fortalecer la trazabilidad en toda la cadena de valor", explicaba Elena Campdelacreu, Gerente de Estándares de GS1 Spain, en la jornada. “Esta transición permitirá ofrecer un acceso inmediato a datos enriquecidos sobre los productos, alineándose con las crecientes exigencias del mercado”.

La organización GS1, de la que AEOC es su única representante, explica que el cambio generaría beneficios para consumidores y empresas. Tanto desde el punto de vista logístico, como sanitario, informativo y productivo.

Mejoras en la seguridad alimentaria

Los códigos QR permitirían reducir el desperdicio de alimentos, controlando mejor las fechas de caducidad de productos frescos sin necesidad de recurrir al etiquetado. Además, al escanear un producto con este código en caja, se podrían detectar caducidades o incluso alertas de seguridad alimentaria asociadas.

Por otra parte, estos códigos harían posible la retirada solo de los productos afectados y no de todo el lote, “evitando así pérdidas innnecesarias y optimizando los procesos logísticos”, apuntaba Campdelacreu. Una persona podría, desde su casa, acceder a la web del fabricante para consultar si el producto que ha comprado está comprometido por alguna de estas alertas. “Esta transparencia no solo refuerza la confianza en las marcas, sino que también mejora la seguridad del consumidor”.

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Pero el código QR no solo supondría añadir una capa más de información a cada artículo. Como apuntan desde GS1, el objetivo de la implementación pasaría por un único código que pueda terminar integrando todo tipo de funciones, dependiendo de las necesidades del negocio y del sector en cuestión.

Es decir, sería una solución personalizada para los distintos retos a los que se enfrentan las industrias de gran consumo. “Para fabricantes y retailers, esto representará un avance significativo en términos de eficiencia logística, reducción de costes asociados al etiquetado y una mejor adaptación a las expectativas de un consumidor cada vez más digitalizado”.

Fabricantes que ya apuestan por el código QR

La información en consumo es capacidad de decisión para el consumidor. Y cuanta más proporcione el fabricante, mayor será la confianza del usuario hacia este. Con los códigos QR, el consumidor puede escanear un producto para acceder a toda la información de origen, trazabilidad e incluso consejos de uso. Es lo que ya ofrece el proyecto “Directo al Origen”, de la empresa agroalimentaria bonÁrea.

Este avance permite a los consumidores acceder a información detallada sobre el producto, incluyendo su origen, proceso de elaboración, información nutricional y recetas", apunta Isidre Argerich, Responsable del proyecto Directo al Origen de bonÀrea. "En el futuro, servirá también para identificar y cobrar los productos directamente, eliminando la necesidad de los tradicionales códigos de barras”.

Mercadona -que se posiciona como supermercado líder en España en el Balance de la Distribución 2024 de Kantar Worldpanel- también está adoptando el código QR en detrimento del de barras. Con ello, la cadena de supermercados valenciana también persigue un mayor flujo de información en un plano logístico.

A nivel de aplicación, ya estaría permitiendo agilizar el trabajo en caja y registrar datos como el peso del producto, el número de lote o la mencionada fecha de caducidad. Tal y como explica Raúl García, Director de Codificación en Mercadona, han tenido tanto éxito que ya lo han incorporado todos sus productos de carne de peso variable. "Además, estamos empezando a extender su uso a productos frescos de peso fijo".

Empresas como Mercadona o Mahou ya emplean códigos QR

Por otra parte, hay marcas que están adoptando el código QR por cuestión normativa, como el Grupo Barón de Ley en el sector vinícola. Y otras que lo hacen para anticiparse a las tendencias del mercado como Mahou en la industria cervecera. Rocío García-Lomas, Global Brand Manager destacaba en el encuentro “la facilidad para actualizar la información de forma continua, la posibilidad de integrar contenido multimedia y la mejora en la interacción directa con los consumidores”.

Aunque desde la AEOC pronostican una predominancia del código QR para 2027, lo cierto es que también advierten que esto no implicará la desaparición del código de barras. “La coexistencia de ambos sistemas será clave para una transición gradual y eficiente, asegurando la compatibilidad con los actuales sistemas de escaneo", explicaba Pere Rosell, CEO de GS1 Spain durante su intervención en la jornada.

Por ese motivo, las empresas no están abandonando tecnologías e infraestructuras ya creadas para adoptar otras totalmente diferentes. Existe un trabajo dual enfocado en el desarrollo de sistemas que puedan leer tanto códigos de una dimensión como de dos. "Alcanzar este objetivo supondrá un paso decisivo hacia un ecosistema retail más ágil, digitalizado y orientado a la mejora de la experiencia del consumidor".