El azúcar, o al menos el exceso de ella, es cada vez menos bienvenida en la industria alimentaria. El interés de los consumidores por los hábitos saludables, así como el creciente escrutinio regulatorio sobre ciertos aspectos del sector, están poniendo contra las cuerdas ciertas categorías de productos, pero brindando espacio para otros nuevos. Así, las bebidas con bajo contenido en azúcar están dando paso a aquellas que ayudan a gestionar los niveles de azúcar en sangre o que son favorables en casos de diabetes.
Está surgiendo una nueva generación de bebidas orientadas a la gestión del azúcar
Muestra de ello es la marca sueca Good Idea, puesta en marcha por Rickard y Björn Öste, Co-Fundadores de Otaly; la científica alimentaria Elin Östman; y Doug Carlson, Co-Fundador de la marca de agua Fiji Water. Su propuesta, cada vez más popular en mercados como Estados Unidos, donde hay un alto porcentaje de personas que padecen diabetes, consiste en agua con gas y sabores diferentes.
No obstante, se diferencia de otras marcas de agua con productos similares porque asegura combinar cinco aminoácidos específicos con un mineral esencial, el picolinato de cromo, para reducir eficazmente el pico de azúcar en sangre que se produce después de una comida. La marca asegura haber realizado años de investigación y múltiples ensayos clínicos para ajustar su fórmula y apunta que su bebida es capaz de reducir los picos de azúcar en sangre en un promedio del 25%.
Tal y como recogen en su página web, la bebida Good Idea ayuda a lograr un nivel de azúcar en sangre más equilibrado, lo cual contribuye a disminuir la fatiga tras las comidas, los antojos de azúcar y aumentar la concentración y la claridad mental. “Mantener un nivel de azúcar en sangre equilibrado elimina la tensión del cuerpo, lo que facilita el mantenimiento de un peso saludable y reduce la inflamación y los factores de riesgo como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares, la demencia y el Alzheimer”, aseguran desde Good Idea.
Las diferentes variedades de la bebida apuestan por sabores naturales como frambuesa silvestre, grosella negra o limón sueco; y se comercializan en paquetes de doce latas a un precio de 42 dólares a través de la página web de la marca. La marca se comercializa principalmente a través de su e-commerce, pero está ganado terreno en el mercado gracias a sus asociaciones de marketing.
En Estados Unidos en los últimos meses se ha asociado con la cadena Ike’s Sandwiches para ofrecer su bebida junto a los bocadillos; o con Clarks Nutrition, una cadena de tiendas con enfoque en productos naturales. Además, también se ha vinculado al deporte y ha ejercido como patrocinadora en Rocky Mountain Pickleball Championships, un torneo de pickleball, un deporte que combina reglas del tenis y el ping pong y que ha disparado su crecimiento en el país.
Su propuesta pretende capitalizar un amplio mercado. Y es que en Estados Unidos había 38,4 millones de personas con diabetes en 2021, esto es, el 11,6% de la población. Además, 1,2 millones de estadounidenses son diagnosticados con diabetes cada año. No obstante, su estrategia de comunicación no se enfoca exclusivamente en la ayuda a la diabetes, sino que se centra en sus beneficios para salud para dirigirse también a amantes del deporte, estudiantes, gamers o seguidores de las tendencias de nutrición.
Bebidas contra la diabetes
Es prácticamente el mismo público al que pretende cautivar A1C Drinks, que asegura haber creado “las primeras bebidas aptas para diabéticos del mundo que pueden respaldar niveles más saludables de azúcar en la sangre y son irresistiblemente deliciosas”. Según explica, sus bebidas son fruto de una profunda investigación y aprovechan las características de ingredientes naturales como la canela o el aloe vera.
“Las bebidas A1C están diseñadas para cualquier persona que anhela un sabor delicioso pero que no quiere azúcar agregada ni ingredientes o edulcorantes artificiales potencialmente peligrosos”; exponen. Su fórmula se basa en el eritritol, que tal como explican, es un alcohol de azúcar que los humanos no pueden digerir, por lo que pasa por el cuerpo sin los efectos negativos del azúcar y se libera prácticamente inalterada a través de la orina.
La marca ofrece su bebida en sabores de manzana, mango y melocotón, y en packs de 12 latas por 36 dólares. Al igual que Good Idea, A1C Drinks se comercializa a través de su tienda online, pero también en establecimientos físicos mediante una red de retailers locales. Se dirigen a diabéticos, prediabéticos, personas con sobrepeso, con resistencia a la insulina, pero también a todas aquellas personas con especial interés en su salud y bienestar.
Ambas marcas se postulan como alternativas a los refrescos que se han consumido tradicionalmente, como los propuestos por Coca-Cola, Pepsi, Sprite, Fanta o Dr. Pepper, que han sido criticados duramente tanto por especialistas sanitarios como por consumidores por sus elevados niveles de azúcar. Así, proponen opciones más saludables sin comprometer el sabor, apostando por ingredientes naturales y alejándose de elementos artificiales.
Su popularidad también se encuentra en crecimiento porque activan aspectos cada vez más demandados, como la sostenibilidad, a través de packaging reciclable; un estilo de vida saludable; un diseño atractivo y una comunicación digital. También potencian la conveniencia a través de tiendas online y programas de fidelización; e impulsan su atractivo social mediante la asociación con influencers.
Con todo, algunos expertos sanitarios se muestran recelosos ante los beneficios para la salud prometidos por las marcas, puesto que pese a que apuntan a un impacto positivo en el corto plazo, no queda demostrado cuáles pueden ser sus efectos en el largo plazo. Asimismo, más allá de la gestión de la glucosa este tipo de bebidas deben demostrar su rendimiento en la gestión de la insulina.
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Las grandes marcas de refrescos, como Coca-Cola o Pepsi, por su parte, están priorizando sus variedades light y cero azúcar en sus estrategias de comunicación y marketing. Además, también han potenciado sus respectivas marcas de agua, innovando en su propuesta de sabores y fórmulas, en un contexto en el que el agua embotellada ha alcanzado los 16.000 millones de galones (60.500 millones de litros) en ventas en 2023 en Estados Unidos. Una cifra que se encuentra por encima de los 11.800 millones de galones (44.600 litros) de los refrescos carbonatados.