PepsiCo, Walmart y Starbucks han confirmado que retiran su publicidad de YouTube, sumándose así a un boicot que están llevando a cabo grandes marcas, dudando de la capacidad de Google para evitar que sus anuncios aparezcan junto a contenidos extremistas.
“El contenido al que se nos está asociando va completamente en contra de nuestros principios”, asegura Walmart en un comunicado oficial emitido este fin de semana.
De hecho, en el caso de Walmart y Pepsi el boicot va más allá: han anunciado que dejarán de comprar publicidad en Google para que no aparezca en los más de 2 millones de páginas de terceros que forman parte de la red publicitaria del gigante de Internet.
Así, aunque las disculpas y buenas intenciones de Google se han puesto sobre la mesa, la estampida de anunciantes ya es una realidad. Eric Schmidt, CEO de Alphabet (la matriz de Google), ha insistido en que la compañía va a reforzar sus políticas actuales y va a aumentar el control manual de la publicidad programática.
Y es que con la polémica de las noticias falsas, el fraude publicitario y el tráfico no humano, la realidad es que las marcas no pasan una; están más concienciadas que nunca.