Los analistas estimaron que GoPro tendría pérdidas mayores de las esperadas, y hablaron de un cierre de 435 millones de dólares.
Y tras los resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2015, publicados la tarde del 3 de febrero, sus temores se confirmaron: GoPro ha sufrido una caída de los ingresos del 31% respecto al mismo periodo de 2014.
Unos ingresos que han sido de 436,6 millones de dólares, frente a los 511,9 millones que se estimaban antes de la advertencia de los analistas. Sus acciones, por otra parte, se sitúan a 10,71 $ por título. El 4 de febrero de 2015 su precio era de 51,87 $.
El futuro de GoPro
GoPro proyecta este año un futuro donde facturará de 1.350 a 1.500 millones de dólares, mientras que el año pasado logró 1.600 millones.
En otras palabras: a GoPro no le está yendo muy bien. ¿Y por qué? Por la baja demanda del modelo Hero4 Session, dado su elevado precio inicial y la mala gestión de las campañas de marketing.
Por eso la compañía se plantea reducir en un 7% su plantilla, tras dos años en los que el número de trabajadores ha aumentado en un 50%. Además ha anunciado cambios en dirección. Zander Lurie pasa de Vicepresidente Senior a la cúpula directiva, y su CFO Jack Lazar es reemplazado por Brian McGee (quien se incorporó a GoPro el año pasado).