El paro indefinido de transportistas amenaza con paralizar la economía nacional. Tras nueve días de huelga, la materia prima necesaria para la fabricación de decenas de productos comienza a escasear y las compañías están encontrando dificultades para hacer llegar la producción a los puntos de venta y, por tanto, al consumidor final. Empresas de diversos sectores, especialmente el alimentario y la hostelería, han optado por detener temporalmente su actividad ante la creciente tensión en la cadena de suministro. 

A lo largo de los últimos días, firmas como Grupo Calvo, Azucarera o Cuétara han disminuido el ritmo de la producción o interrumpido temporalmente algunas de sus plantas ante la imposibilidad de continuar con la actividad normal por falta de materia prima. Todo ello al tiempo que han mantenido sus esfuerzos por garantizar el abastecimiento a las superficies comerciales y la llegada del producto a los clientes. 

En las últimas horas, Danone ha sido una de las organizaciones en sumarse a la advertencia respecto a una posible paralización, no solo de su actividad productiva, sino de la situación general del país. En un comunicado que recoge ElEconomista, la compañía ha alertado de que “en caso de no alcanzarse una solución de forma inmediata tendrá que detener su actividad en el plazo máximo de 24 horas de forma temporal su actividad tanto en sus 4 plantas en España de productos lácteos, como en las 3 de agua mineral natural". Danone es dueño de marcas de agua como Fontvella y Lanjarón.

Además, la firma ha asegurado que ha llevado a  cabo “sus máximos esfuerzos para lograr mantener toda su actividad dentro de la normalidad pese a las dificultades provocadas por un contexto difícil y muy tensionado”, pero que la situación ha comenzado a afectar a su aprovisionamiento de materias primas para productos como la leche entera o la nata. Danone ha expresado "su profundo malestar por esta situación y por las graves consecuencias de fuerza mayor que están provocando no sólo entre todos los agentes y colectivos implicados, sino en la sociedad en su conjunto", y su esperanza de alcanzar un acuerdo en el mínimo tiempo posible

Dificultades en el sector cervecero

Por su parte, Heineken ha mostrado su “gran preocupación” por el impacto del paro de transportistas en sus operaciones y en el negocio de sus clientes de hostelería y superficies comerciales. “Si la situación continúa así, la cervecera se verá imposibilitada a servir sus productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes, y a aprovisionarse de materias primas, debido a los violentos piquetes que impiden las normales operaciones de la compañía”, ha detallado en un comunicado que recoge ABC. 

Asimismo, ha aludido a las autoridades para que busquen una solución al conflicto social y económico. La firma cervecera “reclama activamente la implicación de las Administraciones Públicas para que se garantice la libertad de movimientos de los transportistas que quieren seguir trabajando, respetando el derecho de aquellos que han decidido adherirse al paro de forma voluntaria”. Además, asegura que está trabajando con las autoridades nacionales y regionales, así como con asociaciones empresariales sectoriales. 

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También en el sector cervecero, Mahou San Miguel, grupo propietario de Mahou, San Miguel, Solán de Cabras o Alhambra, ha explicado que está operando con dificultades y que está tratando de mantener el suministro con la máxima flexibilidad y garantizando la seguridad de todos los implicados en la cadena. 

Por su parte, Hijos de Rivera, que comercializa Estrella Galicia, ya advertía la semana pasada de la falta de suministros básicos a causa del paro de transportistas. “El stock de los productos está al límite en algunos centros logísticos, los camiones cargados están parados sin poder circular ni entregar y la mayoría del reparto se ha visto afectado, incluso se han interrumpido por completo las exportaciones”, señaló a Europa Press. El martes 22 de marzo, un convoy de la marca formado por 18 camiones tuvo que ser escoltado por la Guardia Civil para garantizar su llegada a la central en A Coruña. 

Las patronales alertan de la situación

Por su parte, las patronales también han alertado de la situación crítica que atraviesa la cadena de suministro. Desde Cerveceros de España advirtieron unos días de los efectos que el paro indefinido de transportistas tendría en los suministros, mientras que desde Hostelería de España están reportando problemas con algunos productos que llegan con dificultad a los establecimientos, sobre todo los frescos. Por su parte, UNESID, que representa a la industria siderúrgica y de primera transformación, ha comunicado que "ningún fabricante del sector opera con normalidad, viéndose las plantas obligadas a reducir o incluso detener la producción por la falta de abastecimiento de materias primas o la incapacidad de hacer llegar los productos a los clientes".

Asimismo, ya el pasado 17 de marzo, las asociaciones que representan a la cadena de valor del gran consumo (ACES, AECOC, ANGED, ASEDAS y FIAB) solicitaron formalmente al Gobierno “su colaboración urgente para poder garantizar el buen funcionamiento de la cadena de suministro” y hacían un llamamiento “a la responsabilidad de los convocantes para no alentar los actos vandálicos que en algunos puntos se están produciendo y evitar hacer pagar a los ciudadanos los problemas que la sociedad en su conjunto ya está sufriendo y que son consecuencia del actual contexto inflacionista y el complejo escenario internacional”.