Los productos de alimentación entran en los bienes de primera necesidad que está permitido salir a comprar durante la cuarentena decretada por el coronavirus. Sin embargo, los establecimientos de alimentación deben tomar medidas para garantizar el distanciamiento social y evitar contagios. Para solucionar esta necesidad en el caso de los mercados de abastos, el estudio de arquitectura holandés Shift Architecture Urbanism ha diseñado un modelo basado en cuadrículas.
Se trata de un total de 16 cuadrados que se pueden configurar fácilmente en las plazas públicas de cualquier pueblo o ciudad garantizando las pautas de distanciamiento entre los clientes.
Cada uno de estos “micro mercados” consta de solo tres puestos. Cada uno con dos mostradores (uno para pedir y el otro para recoger la compra). En estos mercados hay una entrada pero dos salidas y son accesibles para un máximo de seis personas a la vez. De esta manera, solo pueden entrar seis personas y está permitido, eso sí, que se muevan libremente. La única regla es que solo una persona puede ocupar un cuadrado en la cuadrícula a la vez.
Además, los puestos del mercado venderán paquetes en lugar de productos individuales para reducir así el tiempo que cada cliente debe emplear para hacer la compra.
Shift Architecture Urbanism ha desarrollado esta propuesta denominada “Hyperlocal Micro Markets” en respuesta a la decisión tomada por muchas ciudades de todo el mundo, incluida Rotterdam donde tiene su sede, de cerrar o restringir la apertura de los mercados públicos.
Desde el estudio, defienden la necesidad de mantener abiertos los mercados locales para favorecer la compra de proximidad y evitar mayores desplazamientos. También argumentan que los comerciantes de estos mercados están acostumbrados a ser flexibles y móviles, estableciéndose en diferentes ubicaciones por lo que este sistema les resultaría familiar.
Apuntan además que "el antiguo modelo de concentración en los mercados tiene que ser reemplazado por un modelo de dispersión, tanto en el espacio como en el tiempo". Aseguran que esto se logra dividiendo los grandes mercados en los llamados micro mercados que se extienden por varios puntos de la ciudad y abriéndolos durante más tiempo. "En lugar de ir al mercado, el mercado va hacia los vecinos”, inciden.