Fake News ha habido siempre pero, ¿por qué ahora cobra este problema mayor peligrosidad que nunca?
Hoy nos informamos de un modo diferente a como lo hacíamos hasta hace poco tiempo atrás. Esperamos a recibir la información en lugar de acudir a las fuentes. Este hecho está provocando que por el camino se cuelen innumerables noticias falsas generadas muchas veces con intenciones ciertamente inquietantes y, por otro lado, plantea cambios de rumbo estratégicos a grandes compañías de la información, quienes han anunciado atacar este problema cambiando su modelo de negocio a suscripciones de pago.
Si el consumidor nunca ha ido al quiosco a comprar un periódico, ¿por qué va a pagar por informarse online?
Sin embargo, ¿representa esta medida una solución a largo plazo? Parece algo contradictorio pensar que el nuevo consumidor, que nunca ha ido a un quiosco a comprar un periódico, vaya a pagar por informarse en el canal online, donde siempre ha obtenido la información de forma gratuita. Veremos qué pasa.
Decía recientemente el gran Yuval Noah Harari en una entrevista concedida recientemente a El País con motivo del lanzamiento de su nuevo libro “21 lecciones para el siglo XXI”, que “nuestra atención como usuarios es un recurso muy disputado ya que ahora está vinculada a datos”. Bingo.
Facebook es el caldo de cultivo de las Fake News
Veamos. Facebook figura siempre como principal ejemplo a la hora de dibujar el entorno donde se producen y circulan las fake news. Hace tan solo unos meses leíamos en todos los medios la comparecencia de Mark Zuckerberg ante el Congreso de Estados Unidos pidiendo perdón por la mayor fuga masiva de datos que ha tenido la plataforma hasta la fecha. En ella la consultora Cambridge Analytica accedió a los datos de casi 90 millones de usuarios sin su permiso. Tras su segmentación, gabinetes como el de Trump o el de las plataformas a favor del Brexit los explotaron en su beneficio. El resultado ya lo conocemos.
Pero las consecuencias de la publicación de noticias falsas van mucho más allá de Facebook. Resultan incalculables las enormes divisiones que éstas producen cada día entre los usuarios más activos en la red. Y los menos activos tampoco se encuentran a salvo.
Consecuencias de la publicación de noticias falsas
Cada día más políticos, medios de comunicación y entidades con ánimo de lucro emplean en sus discursos, noticias y comunicaciones falsas informaciones generadas muchas veces a través de plataformas, usuarios también falsos e incluso a través de amigos o amigos de nuestros amigos que no conocemos o de grupos de chats que mal leemos a diario.
Según datos del último Eurobarómetro de la Unión Europea, el 78% de los españoles admitimos recibir fake news semanalmente frente al 37% de la media europea, siendo el país de los 21 analizados donde más impactos de noticias falsas se reciben.
Lo realmente inquietante no es que recibamos tantas noticias falsas sino que no sepamos identificarlas (solo 1 de cada 2 españoles) y lo que es peor, que una vez identificadas, aun pensando que nos parecen mal a la enorme mayoría (el 88% de los españoles admite que es un problema grave), sigamos exponiendo nuestra atención a este tipo de noticias.
Muchos “poderosos” están aparcando el uso del smartphone para dejar de recibir fake news
Para combatir a las fake news y mantener nuestra atención intacta Harari apuntaba como dato, en esa misma entrevista que citaba al inicio, que muchos poderosos están aparcando el uso del smartphone, otorgándoles esta medida incluso cierto nivel de status. En plena era del mobile marketing en el país con mayor penetración de smartphones per capita a nivel mundial, resulta al menos inquietante que uno de los cerebros del momento manifieste que ante tal falta de control sobre la información que recibimos, una de las pocas soluciones que nos quedan a los ciudadanos para proteger nuestra atención sea excluir de nuestras vidas el aparato que representa el futuro para la industria del marketing.
Y no menos importante es que los entornos donde se circulan las noticias falsas sean precisamente los que menos confianza generan para el público cuando son los medios que representan mayor crecimiento de inversión publicitaria por parte de las marcas.
Las fake news están generando dudas en cuanto la usabilidad de la herramienta del futuro del marketing.- Francisco Palma
Es decir, que las fake news están generando dudas en cuanto la usabilidad de la herramienta del futuro del marketing y dañan continuamente la confianza de la información que el usuario recibe en el ecosistema digital.
Es urgente que desde el sector nos mentalicemos de que el problema de las fake news solo tiene una solución: la educación. La creación de contenidos, por parte de las marcas, medios de comunicación, agencias, productoras..., implica mayor responsabilidad que nunca en la era de la segmentación de información.