Las 38 edición de los Premios Goya, celebrados el sábado 10 de febrero en Valladolid, atrajeron la conversación social y captaron el interés de los espectadores, aunque no de la misma forma que en años anteriores. Emitidos en La1 de TVE, la ceremonia se posicionó como lo más visto de la noche al reunir una audiencia media de 2.359.000 espectadores y obtener una cuota de pantalla de 23,5%; datos que, pese a experimentar descensos, reafirman a la televisión como medio de referencia para grandes eventos culturales. 

La velada coronó a Juan Antonio Bayona y “La sociedad de la nieve”, que tras recoger 12 estatuillas, se coloca como la tercera película más premiada de la historia de estos galardones del cine español. La cita destacó también por la reivindicación que la actriz Sigourney Weaver hizo del trabajo del doblaje, y por la denuncia transversal a los casos de abusos sexuales en la industria; todo ello arropado por la conducción de Javier Calvo, Javier Ambrossi y Ana Belén. 

El interés por conocer cuántas estatuilla levantaría el equipo de una de las películas que representará a nuestro país en los Premios Óscar dentro de unas semanas ha sido inferior al que despertaron las galas de los últimos años. Es más, la audiencia de este año es la peor desde 2006, cuando la ceremonia registró 2.304.000 espectadores de media y un share de 18,8%. 

En este sentido, la 38 edición de los Goya ha perdido audiencia. Concretamente, ha obtenido 325.000 espectadores menos que la de 2023, y dentro de las retransmisiones de la última década que han registrado menos de 2,5 millones de espectadores de media, se sitúa cerca de la de 2021, cuando 2.482.000 espectadores se congregaron frente al televisor para ver triunfar a “Las niñas”, de Pilar Palomero.

La retransmisión de la gala se hizo con el minuto de oro de la jornada del sábado, que tuvo lugar a las 23:29 horas y que reunió a 2.715.000 espectadores. Sin embargo, la gran cita del cine español no logró posicionarse como lo más visto del día, que en esta ocasión, recayó sobre “Noticias 1 fin de semana”, de Antena 3, con 2.420.000 espectadores de audiencia media y un 22,4% de cuota de pantalla. 

No obstante, cabe destacar que la gala de este año reunió en algún momento de la noche a 6.645.000 espectadores. Con una duración de 3 horas y 30 minutos, logró un share del 23,5%, lo que supone 0,1% más que la edición anterior. Es más, supone el mejor dato de cuota de pantalla desde 2020, cuando este indicador se situó en 26.1%.

Por su parte, la retransmisión de la llegada de los invitados a la Feria de Valladolid y la alfombra roja de los Goya, que tuvo lugar entre las 19:35 y las 20:29 de la tarde del sábado, congregó a 1.029.000 espectadores y obtuvo un 10% de share. 

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Marcas colaboradoras con los Goya

Una vez más, la celebración del cine español se ha dado arropada por marcas y abanderando valores como la inclusión y la sostenibilidad. En este sentido, como ya ocurrió el año pasado, las estatuillas se han fabricado con bronce reciclado, al igual que la alfombra y el photocall, realizados con material reciclado y reciclable. Además, tal y como señalaron desde la Academia del Cine, se ha contado con proveedores de proximidad y sistemas de separación de residuos con puntos de reciclaje etiquetados.
La compañía Creast se ha encargado de medir la huella de carbono de la gala por medio de un análisis de las principales áreas de emisiones (energía, movilidad, catering, materiales, residuos, alojamientos y agua). 

En esta línea, la Academia de Cine y Repsol suscribieron un acuerdo para hacer de la gala un evento neutro en emisiones de CO2. Este se ha materializado en la aportación por parte de la compañía de combustibles 100% renovables para cubrir las  necesidades energéticas del evento, o la red de recarga pública para los vehículos eléctricos. Las emisiones asociadas a la ceremonia se compensarán a través de  Motor Verde, la iniciativa de Fundación Repsol centrada en la reforestación de terrenos incendiados o baldíos.

Además, la ceremonia ha apostado por que el vehículo oficial que trasladará a los invitados a la alfombra roja, en colaboración con Audi, sea 100% eléctrico; y se ha priorizado el uso del tren frente al avión y el coche, siempre que los trayectos así lo permitan, de la mano de Renfe como tren oficial. Tal y como apuntaron desde el operador ferroviario, se tematizó la Sala Club de la estación de Atocha para la ocasión, así como los cabeceros de los asientos y los billetes con la imagen de los Goya, y se proyectaron vídeos promocionales en las pantallas de los trenes. 

Además, junto a los invitados también estuvo la marca de tequila Don Julio, que brindó una experiencia a través de un espacio ubicado en el mismo pabellón que albergó la ceremonia. El lugar, diseñado atendiendo al estilo y esencia mexicana de la firma, supuso un punto de encuentro para los rostros más populares del cine español. 

 

 

 

 

También en el terreno de las bebidas, la bodega Cepa 21 estuvo presente en Bululú, la fiesta que sucede a la celebración de los Goya y que desde hace tiempo organiza Orson Salazar, marido de la actriz Paz Vega. El evento facilitó el visionsado de la gala y la after party, y ofreció las referencias Hito Rosado, Hito, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo.

Asimismo, la gala de los Goya de este año también ha puesto de manifiesto el compromiso de la Academia con la inclusión. A través de los acuerdos con Fundación la Caixa, Incorpora y Down Valladolid, la organización del evento y la ceremonia contó con la colaboración de personas en riesgo de exclusión social y con discapacidad, que asistieron a loa invitados en su llegada a la estación y los hoteles, y acompañaron nominados, entregadores y personalidades que pasaron por el photocall y la sala lanzadera.