El precio de la energía, la guerra en Ucrania o las todavía palpables consecuencias de la pandemia han generado un complejo contexto económico que tiene una contundente inflación como principal efecto. Una situación que está menguando el poder adquisitivo de los españoles y, por tanto, dificultando el acceso a determinados productos y servicios, y que tanto el Gobierno como las empresas del sector de la distribución están tratando de aliviar.
A finales de la semana pasada, Yolanda Díaz, Vicepresidenta segunda del Gobierno, proponía el establecimiento de un acuerdo con las grandes distribuidoras y las asociaciones de consumidores para determinar una cesta de productos básicos compuesta por entre 20 y 30 productos, como podrían ser pan, huevos o aceite, que cuenten con un tope de precio.
La intención de Carrefour es “contribuir a la protección del poder adquisitivo” de los clientes
En este contexto, la Vicepresidenta se reunirá el próximo lunes con las patronales de la distribución alimentaria y con las principales asociaciones de consumidores, tres días después de hacerlo hoy con Carrefour -a petición de la compañía-, después de que haya anunciado el lanzamiento de una cesta básica de 30 productos a 30 euros. Se trata de una medida que, tal y como ha señalado la compañía en un comunicado, pretende “facilitar el acceso a la cesta de la compra” y “contribuir a la protección del poder adquisitivo” de los clientes en “un contexto económico que impacta a las familias y su capacidad de ahorro”.
La cadena francesa de supermercados ha explicado que la cesta incluirá artículos de alimentación de uso habitual en los hogares, como desayunos, conservas, pasta, aceite, café, así como una selección de artículos de droguería, limpieza y perfumería entre otros. La cesta estará disponible desde el 12 de septiembre al 8 de enero en su red de hipermercados Carrefour, Carrefour Market y comercio online.
“La situación actual requiere medidas ágiles y efectivas. En estos momentos, donde cada acto de compra es más valioso que nunca, Carrefour da respuesta a sus clientes: trabajamos para ofrecer soluciones de ahorro que protejan el poder adquisitivo de las familias en España“, ha apuntado Alexandre de Palmas, Director Ejecutivo Carrefour España, quien interpeló a varios miembros del Ejecutivo a través de Twitter, anunciándoles la medida y en una invitación al diálogo.
Según Carrefour, su política de precios está orientada a facilitar el ahorro de sus clientes y, en este sentido, asegura haberse reforzado durante 2022 “conscientes de la importancia que tiene el precio para el consumidor". También señala que el pasado mes de abril ya puso en marcha la campaña “Poder Elegir Es Poder Ahorrar”, con la que el cliente puede elegir sin restricciones los mayores descuentos en los artículos que más consume.
La medida tomada por Carrefour España sigue los pasos de la tomada por el grupo en Francia, donde durante el mes de julio comercializó una selección de 30 productos esenciales por menos de 30€. Además, tanto en el país galo como en Bélgica también ha congelado los precios de 100 de sus productos de marca propia para las necesidades diarias esenciales de sus clientes, durante 100 días desde el comienzo de la iniciativa.
Un antecedente francés encuentra también el modelo planteado por Díaz. En 2011, con una coyuntura marcada por las consecuencias de la crisis económica de 2008, el Ejecutivo de Nicolas Sarkozy propuso la llamada ‘Le panier des essentiels’ (la cesta imprescindible, en francés). Tal y como recoge RTVE, con ella se promovió que las grandes superficies ofertaran a los consumidores un paquete de productos básicos a un precio estable y reducido. Diez cadenas de hipermercados, entre ellas Carrefour, se sumaron a la propuesta y firmaron un acuerdo en el que cada compañía creó su propia cesta.
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Desde la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) rechazan esta apreciación, pero se muestran abiertos al diálogo con el gobierno. De cara a aliviar el precio de algunos productos esenciales proponen bajar el IVA de los productos de alimentación, como se ha hecho con el gas; rebajar los impuestos que gravan a las industrias del sector; y favorecer el abaratamiento de los costes de la energía y los combustibles.