El 77% de los jóvenes españoles encuentra obstáculos para emprender

  • Uno de cada tres jóvenes españoles querría ser emprendedor
  • La falta de capital es el principal obstáculo que encuentran para montar su propio negocio
  • El 92% de los jóvenes considera que no hay suficientes ayudas gubernamentales para emprendedores

La situación laboral de los jóvenes españoles pasa por uno de sus peores momentos con una tasa de paro de más del 50%. Y lo cierto es que aunque el emprendimiento se perfila como una de las posibles salidas a este drama social y laboral, este segmento de la población no termina de verlo como algo “sencillo” ni “fácil”.

De hecho, pese a que uno de cada tres jóvenes querría abrir su propio negocio, el 77% lo considera una opción muy difícil, mientras que el 22%, cree que es una tarea complicada pero viable y sólo un 1% lo considera una tarea fácil.

A esta conclusión ha llegado la II Encuesta Adecco Jóvenes Emprendedores, realizada entre más de 3.000 españoles menores de 30 años. En ella se deduce, además, que 9 de cada 10 jóvenes (92%) no cree que existan suficientes ayudas públicas para financiar nuevos proyectos. Sin embargo, hay que destacar que el 74,9% ha reconocido no estar familiarizado con las posibilidades de financiación que existen para los emprendedores.

Los jóvenes españoles y el emprendimiento

El 39,3% de los jóvenes encuestados ha asegurado que preferiría trabajar por cuenta propia en el caso de que pudieran elegir. Preferiblemente creando su propia empresa (33,1%), antes que hacerlo como autónomos (6,2%). Mientras que, el 60,7% de la muestra preferiría trabajar por cuenta ajena.

Las razones para tener un negocio personal son la ilusión de hacer algo propio en la mayoría de los casos (67%), la necesidad de tener independencia personal (47%) y porque han detectado una oportunidad empresarial que puede tener éxito (43,7%).

En el otro lado se encuentran aquellos que prefieren trabajar por cuenta ajena, que alegan, para defender su posición, razones como tener un empleo estable (60%), tener un sueldo fijo y regular (51,3%) y también por la falta de financiación para ello (41,8%) o el miedo al fracaso (28,7%).

Respecto a sexos, las mujeres son las que prefieren emprender en mayor medida, aunque por una diferencia muy reducida (un 51,9% frente al 48,1% de ellos). En cuanto a la diferencia por edad, los jóvenes de entre 25 y 30 años estarían más dispuestos que los de entre 18 y 24 años (un 61,7% frente a un 38,6%).

Prestando especial atención a su situación laboral actual, los jóvenes desempleados montarían su propio negocio en el caso de poder hacerlo en un 49,5% de los casos. La cifra se reduce al 20,2% cuando se trata de los encuestados que ahora mismo están estudiando pero aún no trabajan ni buscan empleo de manera activa, y al 30,3% si se habla de los que ya tienen un trabajo por cuenta ajena.

Los obstáculos que encuentran los jóvenes para el emprendimiento

La falta de capital para poner en marcha el negocio (47%) es la causa principal por la que los jóvenes españoles no consideran trabajar por cuenta propia. A este dato le sigue la falta de ideas que puedan tener éxito (28,2%), el desconocimiento de los trámites a seguir (14,4%) y de los impuestos a pagar (13,7%).

Se necesitan más ayudas y menos trámites

Y es que para que un proyecto salga adelante, el 22,2% de los encuestados ha asegurado que resultan imprescindibles valores como la constancia y el trabajo duro. Mientras que para el 10,1%, la clave consiste en tener una buena idea.

El 6,3% de los jóvenes ha considerado fundamental contar con un plan de negocio inicial que guíe la creación y el desarrollo de la empresa y el 6,1%, contempla como vital disponer de un alto presupuesto o, en el caso del 2,4% de los jóvenes, de una buena capacidad de negociación con proveedores.

Sin embargo, y pese a la dispiridad de opiniones, hay una premisa en la que parecen haber coincidido todos los encuestados: en la necesidad de beneficiarse de un mayor número de ayudas por parte del Gobierno que favorezcan el emprendimiento en España. Y es que tres de cada cuatro encuestados se han mostrado favorables a esta idea.

Además, el 57% ha creído imprescindible reducir los trámites burocráticos necesarios para montar un negocio en el país. Por su parte, el 48,8% ha reclamado más orientación para los futuros emprendedores y el 44,8% de los encuestados ha reclamado más ayudas de tipo fiscal.

El negocio deseado por los jóvenes emprendedores

La mayoría de los jóvenes españoles elegiría emprender con una empresa vinculada al sector de la hostelería (19,8%). El resto de las opciones en las que los encuestados montarían su propio negocio han obtenido menos del 9% de los votos favorables.

Aunque el comercio electrónico ha visto sus cuotas aumentadas últimamente, sólo un 7% ha afirmado que apostaría por este modelo de negocio. Y es que el 80,6% de los jóvenes encuestados preferiría montar un negocio físico. Una cifra que ha aumentado respecto a la misma encuesta elaborada en 2013, en la que sólo el 43,4% se decantaba por esta opción.

No obstante, el 12,4% ha asegurado que utilizaría el e-commerce como una forma de apoyo para su negocio físico. De hecho, tres de cada cuatro encuestados ha reconocido la necesidad de disponer de una página web corporativa.

Los jóvenes que apuestan por el emprendimiento no quieren hacerlo fuera de su ámbito nacional. El 91,2% ha afirmado querer abrir su negocio en España, frente al 5,1% que escogería otro  país de la Unión Europea y al 1,8% que cambiaría de continente para ello.

Perspectivas de futuro

El 43,7% de los emprendedores consideraría positivo el hecho de que dentro de diez años tuviesen un nivel de ingresos que les mantuvieran. Aunque a un 33,4% le gustaría convertirse en un gran empresario con una amplia plantilla de trabajadores.

El 19,9% de los jóvenes desearía ampliar su negocio y llegar a convertirse en una PYME y el 2,9% vendería su proyecto a una empresa más grande.

No obstante, aunque fracasasen en la puesta en marcha de su primera aventura empresarial, el 72,5% de los jóvenes españoles estaría dispuesto a repetir la experiencia del emprendimiento con una nueva empresa.