Las leyendas urbanas corrían como la espuma entre las cadenas de comida rápida antes de la llegada de internet. Se decía que tal o cual cosa le pasaba a la comida de estos establecimientos antes de que llegara a la mesa del consumidor.
Ahora con internet y, sobre todo, con los medios sociales, la evidencia de esos rumores sale a la luz cada día más fácilmente que nunca. Y así, la imagen corporativa y la reputación de una marca pueden quedar dañadas muy seriamente.
Ya lo vimos hace casi un año con el caso de Burger King y la lechuga. Más adelante Kentucky Fried Chicken fue acusado de que se le colaran riñones y cerebros de pollo en sus piezas...
Esta vez os traemos un nuevo caso de crisis de imagen. Le ha tocado el turno a Taco Bell.
Una foto de un empleado de esta cadena de comida rápida en California chupando una pila de tacos fue subida anoche al muro de Facebook de Taco Bell por un consumidor.
Ni que decir tiene que la imagen ya se ha hecho más que viral por la red llegando así a portales del tipo de Consumerist.
Desde Taco Bell han declarado a la revista AdWeek que “no hay nada tan importante como la seguridad de nuestros clientes y miembros de equipo y por ello tenemos tolerancia cero hacia cualquier violación de nuestros estrictos controles de manipulación de alimentos. Ya nos hemos puesto en contacto con el jefe de este establecimiento y, aunque creemos que se trata de una remesa de tacos que no se iba a servir al público, estamos investigando a fondo y tomaremos medidas contra todos aquellos que estén implicados”.
Así que parece que alguien va a ser despedido en Taco Bell...