Por su tamaño y versatilidad, GoPro se ha convertido en la cámara elegida por muchos deportistas para filmar sus aventuras más extremas. 

Utilizada para grabar desde saltos de infarto hasta los spots más tiernos, la popular cámara cambia de tercio y se introduce en otra actividad completamente nueva: la pornografía. 

Profesionales y amateurs del sector están empezando a explotar las posibilidades que este dispositivo puede ofrecer a sus sesiones de grabación. Por su enfoque personal y la filmación de primeros planos, esta cámara promete inaugurar un nuevo género: el GoPorn. 

La idea es que los actores y actrices se apunten a la tecnología wearable y se conviertan en los propios reporteros de sus vídeos, una medida que los productores ven con buenos ojos. Y es que, además de abaratar costes, lo que GoPro puede aportar a la industria del sexo es precisamente el gusto por el detalle. 

“Los adultos ya pueden disfrutar de cualquier material pornográfico online. Y ahora que el acceso al porno se ha democratizado tanto, el espectador quiere recrearse en el sudor y en la expresión, mucho más que en el acto carnal”. 

Son palabras de Tomcat, el pseudónimo de un director de porno, que señala que “con esta grabación menos intrusiva, es posible que los actores también se sientan más cómodos”. 

GoPro, por su parte, se ha desmarcado del tema y no ha querido pronunciarse para no vincular su marca a este tipo de experiencias.