Dicen que el amor mueve montañas. Pero también mueve dinero, y más en el día de San Valentín. Y aunque el pensamiento popular lleve a pensar lo contrario, flores y joyería constituyen apenas un 2% de las compras que se realizan para este día, mientras que el 62% del gasto se produce en restaurantes.
Mientras, hay otros productos más tradicionales que sí que conservan su hueco en el mercado. Bombones y perfumes venden en San Valentín el doble de lo que facturan en una semana normal.
Como curiosidad, los gallegos son los que más recurren a regalar chocolate, mientras que la particularidad de los perfumes es que se trata de un regalo de último minuto si la obsequiada es una mujer, y de semanas de antelación si es un hombre.
Aunque tal y como afirma Ovidio Egido, Director General de MasterCard en España, “el comportamiento de compra de los consumidores varía en función de las preferencias y el estilo de vida de cada país”. Nosotros, los españoles, somos así.