Hoy hace 12 años que nació Facebook, la red social más grande y de más impacto de la historia de la humanidad. Grande porque actualmente cuenta con 1.590 millones de personas que se conectan diariamente. Y de más impacto porque hoy en día no se concibe el mundo sin Facebook. Sin Internet en general.
…¿O sí?
En realidad hay muchos que sí. Hay muchas regiones en las que no hay acceso a la red, en las que no hay redes sociales y en las que simplemente se vive de forma diferente. Precisamente son esas zonas a las que Mark Zuckerberg quiere llevar la conexión a Internet, algo que considera debería ser un derecho humano tan básico como el agua o la sanidad.
“Es el fundamento para ayudar a la gente a entrar en la economía moderna”, asegura. “Dentro de diez años no deberíamos tener que mirar atrás y aceptar que hay personas que no pueden acceder a eso”.
Internet.org: el propósito de la vida de Mark Zuckerberg
Así pues el creador de Facebook ha desarrollado a lo largo de estos años, además de su red social, el propósito de su vida: llevar Internet a todo el mundo. Una meta que si bien para algunos puede sonar ambiciosa, para Zuckerberg suena a libertad, a educación y a conexión entre países, culturas y comunidades.
Ese es el motivo de que hace dos años y medio lanzara Internet.org: la plataforma con la que pretende llevar la conexión a los casi 4.900 millones de personas que no la tienen o que no pueden tenerla.
Para ello los desarrolladores de Internet.org trabajan en múltiples frentes. Una de las prioridades de Zuckerberg en 2016 es su Connectivity Lab, desde el que planea lanzar un satélite sobre el África Subsahariana a finales de año y desde el que ya ha desarrollado un software de mapeo para identificar las zonas donde la gente necesita sus teléfonos para trabajar.
Aunque uno de los mayores proyectos de Zuckerberg es el de hacer posible el envío de información a través de la tecnología láser.
Láser y drones
De entre todas las ideas que se le ocurrieron le atrapó justo esa: información que viaja a través de láser y que se envía a la Tierra desde drones. ¿Por qué laser? Porque es un tipo de luz que proporciona un gran ancho de banda y que no está regulada.
El problema reside en que no existe la tecnología para operar con láser a gran escala. Pero al concebir la idea el creador de Facebook no se dio por vencido y contactó con un equipo de profesionales para desarrollar la tecnología láser inhouse. El primero de ellos fue el investigador del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, Hammid Hemmati. Él y su equipo se encuentran trabajando en un gran reto: manipular y controlar esta forma de luz para que transmita datos 10 veces más rápido de lo que lo hacen las conexiones actuales.
Y si el objetivo es llevarlo a todo el mundo también deben desarrollar, por ejemplo, láser que funcione en días lluviosos (porque no, el láser no puede atravesar las nubes).
¿Cuál es la actitud de Zuckerberg frente a estos proyectos? Pues de entusiasmo. Insta a su equipo a desarrollarlo lo antes posible, bajo la consideración de que es un gran bien para la humanidad. “Estamos intentando hacerle entender a Mark que esto no es escribir un código en un ordenador y copiarlo en un servidor. Aquí hay cosas, cosas físicas. Hay chips y radios, láser de alta potencia y aviones que se podrían caer del cielo”, asegura al respecto Yael Maguire, Director de Ingeniería de Connectivity Lab.
Facebook empezará a probar su tecnología láser este año. Pero para funcionar necesita el componente clave. Los drones.
Porque la verdadera finalidad del proyecto es lanzar 10.000 drones como Aquila (su actual y único dron) para que permanezcan en la estratosfera de aquellos lugares sin conexión a Internet. La función de estos vehículos aéreos será distribuir la información a través del láser desarrollado por Facebook.
La otra cara de la moneda
No obstante, las causas nobles de Zuckerberg son tomadas por muchos con escepticismo. El lanzamiento de Free Basics, plataforma mediante la que cualquiera puede ejecutar aplicaciones gratuitas especialmente pensadas para conexiones 2G y 3G, fue tomado como un “enganche” para que los habitantes de las zonas con escasa conexión a Internet contratasen más datos y se convirtieran en usuarios de pago.
Las críticas sobre Free Basics se hicieron eco en toda la red. Por eso Zuckerberg se vio obligado a grabar un vídeo en el que lanzaba esta pregunta: “¿Qué tipo de comunidad queremos ser? ¿Una comunidad que aprecia a la gente y que se dedica a mejorar la vida de la gente por encima de todo? ¿O una comunidad que pone la pureza intelectual de la tecnología por encima de las necesidades de la gente?”
Today, we're taking the next step with Internet.org by enabling anyone to build free basic internet services to help connect the world. We'll make faster progress towards connecting everyone if we all work together and give people even greater choice of services.Giving people these free services is the right thing to do. I support net neutrality because, at its core, it's about preventing discrimination. Net neutrality means we can use the services we want, and innovators can build the services we need.Connecting everyone is about preventing discrimination too. More than 4 billion people don't have access to the internet and the opportunities it brings. If we connect them, we'll lift hundreds of millions of people out of poverty.If we want everyone to share the opportunities we have, then it's our responsibility to bring everyone online in a way that respects an inclusive net neutrality.Here's a clip from a video message I recorded about this update. I'll post the whole video and share more details about this later today.
Posted by Mark Zuckerberg on Lunes, 4 de mayo de 2015
Y no es que Mark Zuckerberg no sepa que es algo extraño de explicar. Ya en anteriores ocasiones decía que “no hay forma en la que podamos plasmar en un plan por qué vamos a invertir miles de millones de dólares en hacer que la gente más pobre se conecte”.
Pero lo que quizá aún no se haya preguntado es: ¿quieren las personas de otros países estar conectadas?
Puede hallar la respuesta en regiones como Polokwane, en Sudáfrica. Allí opera una organización sin ánimo de lucro que colabora con Free Basics para llevar conexión WiFi a la zona, llamada Project Isizwe. Según cita Wired, en una visita al lugar vieron cómo Ryan Wallace, quien solía configurar la conexión a Internet de la British Royal Navy en sitios alejados, le intentaba explicar a un lugareño las bondades de Internet.
Tenía un smartphone Samsung y no lo utilizaba para navegar por la red. “¿Sabes que aquí puedes acceder a Internet?”, le preguntó Wallace. El hombre se encogió de hombros. Entonces Wallace cogió su smartphone y activó la conexión WiFi. “Es gratis”, añadió. Aunque ni una cosa ni la otra provocaron reacción alguna.
Así pues, cabe preguntarse: ¿Es realmente Internet una necesidad humana básica, como el agua limpia, el alimento o el derecho a viajar?
O, lo que es más, ¿debemos inculcarle a otros una necesidad que es inherente sólo a determinadas sociedades y culturas como la occidental? ¿Es lícito que intentemos llevar Internet a todo el mundo cuando no todo el mundo tiene comida, agua o libertad de movimiento?