Un error, un descuido, un product placement... Si hay algo que no falta en Winterfell son las teorías conspiratorias. Y, a juzgar por las recientes imágenes, el café. Porque luchar contra el Rey de la Noche es, sin duda, agotador.
Por ese motivo quizás no todos vimos el vaso de Starbucks reposando tranquilamente frente a Daenerys durante las primeras escenas del cuarto episodio de esta octava temporada. Pero los fans de la saga "Juego de Tronos" rápidamente apuntaron el tremendo ¿error? por parte de productores, actores y demás personal de la serie. ¿Dos años para producir seis capítulos (largos, eso sí), y se les cuela un vaso de Starbucks?
¿Qué hay dentro del vaso de Starbucks en "Juego de Tronos"?
La primera pregunta es: ¿de verdad es un vaso de Starbucks? El logotipo no está demasiado definido, pero es un formato y un diseño demasiado reconocido por todos como para que pase desapercibido. Un packaging icónico difícilmente camuflable.
¿Y qué hay dentro del vaso? Agua, café, capuccino, unas gotitas de veneno que en realidad eran para Sansa... El vaso ha dado mucho juego entre los fans estos días. Y, cómo no, mucha publicity para Starbucks. Según ellos, lo que había dentro del vaso bien podría ser Dragon Drink.
Y es que el vaso está, casualmente, justo frente a Daenerys, Madre de Dragones. Y el menú de Starbucks incluye, desde hace unos días, Dragon Drink: una refrescante bebida rosa que incluye leche de coco y fruta de dragón, también conocido como pitahaya, una fruta tropical.
El producto se lanzó el pasado 30 abril, cuando la última temporada de la serie está en plena ebullición. Pero Starbucks ha declarado que ni el nombre, ni la bebida, tienen nada que ver con la famosa producción de HBO. Y que su denominación se debe, sencillamente, a la fruta con la que se realiza.
Pero sin duda la fecha elegida para el lanzamiento no puede ser una casualidad, menos aún después de este gazapo... ¿o sí?
No es Dragon Drink, es té
A diferencia de lo que sucede en la serie, desde "Juego de Tronos" han decidido que la honestidad es la mejor política. Y su respuesta oficial ha sido que, en realidad, el vaso en la mesa fue un error: no era un latte, sino un té.
