Las relaciones sociales en la era de la "robolución", según Arena Media

  • Traver Pacheco, Digital Strategy Lead de Arena Media, dice que nos encontramos en plena era de la “robolución”
  • La sociedad actual nos aleja del vínculo social y la tecnología puede parecer la solución más obvia
Humanos y Robots

Los humanos somos seres sociales. Y si hay una conclusión que podemos establecer después de la 5ª edición del evento Arena Media Tech & Trends es que la figura del ser humano será más relevante que nunca en los próximos años.

Sobre esa relación entre humanos y el mundo virtual ha hablado Traver Pacheco, Digital Strategy Lead de Arena Media.

La sociedad que tenemos, no la sociedad que necesitamos

“Necesitamos formar parte de una comunidad y establecer vínculos con nuestros iguales a través del contacto físico. Necesitamos una sociedad”.

La sociedad actual nos aleja del vínculo social

Pero esa naturaleza social de las personas está en entredicho con el modelo de sociedad que estamos construyendo, un modelo que va más allá de nuestra naturaleza.

La sociedad actual nos aleja del vínculo social, pasando de núcleos de población más pequeños, a pequeños apartamentos en grandes ciudades. Pasamos de una estructura social más colaborativa a unidades familiares cada vez más pequeñas e independientes. En definitiva, a una estructura en la que esos vínculos pasan a un segundo plano.

Eso nos sumerge en una de las plagas de siglo XXI: la soledad. Se calcula que a finales de la década de 2020 más de un tercio de los ciudadanos vivirán solos.

Y en ese punto irrumpe la tecnología como solución. Solo necesitamos mirar el móvil para socializar, hacer un regalo de cumpleaños, encontrar trabajo o conocer a gente. La tecnología se expande de tal modo que, incluso al final del día, ese momento de socialización (entre humanos finalmente) termina siendo invadido por la tecnología.

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El siguiente paso toma forma de voz con Alexa, que se ha convertido en uno más de la familia. Una herramienta que cumple nuestras necesidades funcionales. Si en 2018 las ventas del dispositivo se estiman en unos 25 millones de unidades, en 2023 se calculan unos 275 millones de ventas.

Sofía ha sido considerada la primera ciudadana no humana

Y de Alexa pasamos al siguiente estrato: Virtual Companions. Así es como se conoce a cualquier tipo de creación o desarrollo tecnológico diseñado para brindar compañía y cubrir algunas de las funciones que de manera natural se asocian con el propio ser humano.

Entre los proyectos que muestran este aspecto está Replika, el amigo que mejor te conoce. Un ser basado en inteligencia artificial que va creaciendo y replicando tu personalidad a medida que te conoce. Un paso más allá está Gatebox, la novia-holograma japonesa.

Y es que estamos en plena “robolución”: el número de robots que habita nuestro planeta está creciendo. Un ejemplo es Sofía, considerada la primera ciudadana no humana. Por eso en ciertos sectores de la sociedad ya se habla de la necesidad de establecer una serie de leyes para convivir con los robots.

En resumen, nos encontramos con una inteligencia artificial que cada vez será más humana. Lo vemos con los asistentes virtuales, los virtual companions, los humanoides (robots humanizados) y los ciborgs (humanos robotizados).

El límite entre humanos y robots está en aquello que no se puede ver

En este punto, ¿dónde están los límites? Según Traver Pacheco, en aquello que no se puede ver: las emociones, los sentimientos, el arte, el sentido del humor, la empatía, las motivaciones y la imaginación.

El desarrollo tecnológico nos hará más humanos pero las máquinas desarrollarán también emociones, en su caso sintéticas, con el objetivo de generar empatía y adaptarse a las emociones humanas. Y, por otro lado, supondrá una mayor automatización que nos aportará más tiempo (como humanos) para desarrollar todo lo demás.

En definitiva, hablamos de un desarrollo tecnológico que debe ejercer un rol en la vida de las personas. Pero, si no entendemos la sensibilidad de las personas junto a ese contexto y cultura, no tendrá ningún sentido.