La respuesta es no. No lo hemos sido ni tampoco lo somos en la actualidad. Es una afirmación tan terrorífica como cierta. El ex director de operaciones de Facebook Sandy Parakilas desvela la vulnerabilidad de los usuarios de la red social durante su período en la compañía. Lo hace en el ciclo de conferencias Tech&Society organizado por el Aspen Institute y Fundación Telefónica.
Uno de los cometidos de Parakilas entre 2011 y 2012 era la privacidad.“El gran problema era que Facebook no podía saber lo que ocurría con los datos de las personas una vez se habían trasladado a otros desarrolladores. Ni siquiera controlarlo”, afirma.
Por aquel entonces, aplicaciones como Farmville tenían acceso a 100 millones de usuarios más amigos, lo que supone una red de 20.000 millones de conexiones a su disposición.
Facebook no solo no tenía esa capacidad, sino que miraba a otro lado deliberadamente. “No querían hacer una auditoría más exhaustiva porque les preocupaba descubrir algo malo. Si no lo sabían, no serían responsables.” Detalla que no fue hasta 2015 cuando se eliminó el “permiso de amigo”, el consentimiento explícito para capturar información de amigos del usuario. Fue en ese período cuando ocurrió el filtrado de datos a Cambridge Analytica.
Reglamento general de Protección de Datos
Natalia Martos, abogada especializada en protección de datos y legaltech, ve en el reglamento general de protección de datos el camino de la salvación. La normativa desarrollada por la la UE vela por devolver al dueño legítimo el poder sobre sus datos personales. Entró en vigor en 2016, pero no comenzará a aplicarse hasta el 25 de mayo de este 2018.
“Las empresas se han dado cuenta de que el dato personal es uno de los activos más preciados que pueden tener”. De ahí que estén haciendo transferencias internacionales, ventas y cesiones ilegítimas. “El dueño del dato ha perdido el control. Y en la Unión Europea, la privacidad de nuestros datos es un Derecho Fundamental”.
Hasta ahora, este ha sido el matiz que marcaba la diferencia entre las tecnológicas de la Unión y las de países como Estados Unidos, cuyas regulaciones sobre privacidad son mucho más laxas. Dede el 25 de mayo, el denominado Imperio GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) deberá cumplir este reglamento si dan servicio a un solo ciudadado europeo.
De infringirlo, las sanciones pueden alcanzar el 4% del volumen de facturación; el equivalente a 20 millones de euros en el caso de Facebook.
Ambos coinciden en que esto obligará a repensar el modelo de negocio por completo.
“El modelo de negocio de las empresas tecnológicas crea una desalineación entre quien usa y quien paga”, Apunta Parakilas como el verdadero problema actual. Recomponer el modelo publicitario basado en microsegmentación de la audiencia y libre manipulación de datos va a sacudir los cimientos de anunciantes, agencias de publicidad y de medios junto a las tecnológicas.
Puedes ver la conferencia completa aquí.