Michele Ferrero, propietario de Grupo Ferrero, ha muerto este sábado a los 89 años de edad en su hogar de Montecarlo, tras una larga enfermedad.

Tras conocerse el suceso, ha recibido el homenaje de los altos cargos italianos tanto de la política como del mundo empresarial.

La presidencia italiana ha destacado, a través de un comunicado oficial, que Ferrero fue “una figura destacada de la industria italiana, su gestión para mantener el ritmo de los tiempos gracias productos innovadores y de su duro trabajo y reservado”. Además subraya que "Italia recuerda con gratitud por la labor de apoyo y promoción de la cultura”.

Ferrero falleció acompañado de su esposa, Maria Franca, y de su hijo Giovanni. La capilla ardiente ha sido instalada en la confitería que vio nacer su negocio, situada en el noroeste de Italia, y, posteriormente, recibirá sepultura en la catedral de esa misma ciudad.

Actualmente su hijo Giovanni Ferrero dirige el grupo empresarial con en 53 países  y más de 34.000 empleados.

Considerado el hombre más rico de Italia según Forbes, Ferrero consiguió amasar un imperio a partir de una pequeña confitería familiar con la que impulsó la industria italiana. A través de materias primas locales, Ferrero dio lugar a una gama de dulces, como Ferrero Rocher, huevos Kinder y Nutella, que han dado la vuelta al mundo.