Carlos Murillo, Cofundador The One Team Company, Culture Strategic Designer & One Team Accelerator

Wantrepeneurs España se ha llenado de emprendedores. Gran noticia. Ante la falta de oportunidades laborales donde se ofrezcan puestos de trabajo adaptados a los nuevos talentos, hemos dado rienda suelta a nuestra creatividad para crear nuevos proyectos, ser freelances y llenar el panorama de Start Ups, pero también de mucha imaginación e idealismo.

Boom de "Wantrepreneurs"

El Informe Mundial GEM, dice que  el 73,5% de las iniciativas emprendedoras fueron motivadas por la oportunidad, no por la necesidad.  

Si, según algunas estadísticas, el 99% de los proyectos de emprendimiento fracasan o según otras, solo triunfan 1 de cada 10, existe una gran cantidad de aspirantes a emprendedores que no llegan a ninguna parte. Emprendedores que se quedan solo en grandes ideas que no se han puesto en acción o no se han sabido trasladar al mercado necesariamente para que tengan el éxito esperado. Esto es lo que Mark Suster de Managing Partner Upfront Ventures llama "Wantrepreneurs". Muchas personas persiguiendo el sueño de ser el próximo caso de éxito que salga en la prensa de negocios y sea reconocido por todos, que al final se queda en nada.

Pasar de ser un proyecto a una empresa de verdad

Es un gran gap el que hay que salvar en todo proyecto. El gap de pasar de una idea, una forma de ver el mundo, una filosofía de cómo un grupo de personas ve las cosas, a traducirlo en un producto o servicio que en realidad aporte el valor que el mercado (implacable) reclama.

Dice Kat Mañalac, de la aceleradora estadounidense Y-Combinator, que en esta fase es preciso hacer énfasis en el grupo humano. “Un buen equipo es el que tiene un buen producto, alguien que puede construir y trabajar más rápido, que piensa que el futuro del producto está en sus manos y que puede venderlo”, asegura Kat Mañalac de Y-Combinator.

En este proceso de desarrollar una idea, trabajas y trabajas, piensas y piensas y al final te pierdes. Con el tiempo es muy fácil perderse. Si te quedas filosofando entorno a la idea sin trasladarla al mercado siempre trabajas en un ideal de ti mismo. Construyes y construyes algo que puede que al final nadie quiera. Además, este proceso de dar vueltas a lo mismo, provoca fricciones entre los fundadores que agotan y desgastan más de la cuenta.

Compromiso y cohesión para la supervivencia diaria

“Pasamos de ser un proyecto a una empresa de verdad. La presión que tuvimos esos seis meses eran incomparables. Era semana a semana definir dónde estábamos, dónde queríamos llegar y qué teníamos que hacer para cumplir los objetivos”, explica Leonardo De la Fuente, de la red social de educación Edoome.

Cuando entras en la fase de que el proyecto sea una empresa de verdad, es una cuestión de supervivencia diaria. El crecimiento exponencial y estresante es inherente a una Start Up. El asunto es que no solo se puede producir una desviación en el producto o servicio, sino que se pierde la esencia del equipo base de la Start Up, la esencia de lo que une a esas personas en torno a esa idea.

Enfocar y construir cultura desde el primer día de vida entre los fundadores, reduce muchas incertidumbres a la hora de llegar a ser una empresa de verdad. Es importante construir desde una base de valores, propósito y significado del proyecto para poder tener un plan. Durante el desarrollo del proyecto van a existir desacuerdos y es necesario tener claro qué sistema se va a utilizar para reconducir muchas situaciones. Tener definido un plan basado en la esencia de las personas y lo que les une entorno al proyecto, es introducir un factor de resiliencia en la cultura de tu Start Up que puede ser determinante para su supervivencia.

Para y piensa como un "entrepreneur" de verdad

Puesto que el ritmo de trabajo de una Start Up es frenético, puede que el trabajo de construir esa cultura y ser fiel a actitudes, procesos y comportamientos consensuados sea costoso en el corto plazo. Puede que pase a un segundo plano asfixiado por las tareas del día a día. Pero hacer paradas en el camino para pensar y construir una cultura fuerte da muy buenos resultados en el largo plazo.

Aporta muchos beneficios para vivir el proceso de creación de proyecto y su posterior paso a empresa, porque evita conflictos y luchas internas entre los socios fundadores en esta etapa temprana.

Además, cuando tu Start Up llegue la fase de crecimiento, tendrás la cultura y las herramientas necesarias para trasladar esta fortaleza a tus primeros empleados. Esto es un aspecto clave, porque son estos primeros empleados los que van a impulsar tu negocio y hacer que tu cultura prevalezca en el futuro. Tener una cultura fuerte desde el principio permite que tus empleados sean capaces de afrontar cualquier reto y superar cualquier obstáculo que se les presente. Y créeme que van a ser muchos...

Reflexiones para momentos difíciles

Aquí te dejo algunas preguntas que es interesante hacerse individualmente y como equipo esos días en los que las cosas se dispersan y diluyen en el ruido del día a día.

• ¿Qué le atrajo en un principio a esta organización o equipo? ¿Qué fue lo primero que valoraron de trabajar juntos?
• ¿Cuáles fueron algunas de las primeras experiencias que recuerda?
• ¿Qué admira/valora de cada uno ahora?
• ¿Por qué se juntó al equipo en este momento? ¿Qué tiene de especial este grupo de personas?
• ¿Qué misión tiene que aceptar este equipo/organización? ¿Qué rol o función tiene este equipo/organización para el mundo?
• ¿Qué metáfora, nombre o figura caracterizaría lo mejor de este equipo/ organización?