Periodista, escritora y Presidenta de la consultora 50&50 Gender Leadership, destinada a la orientación e implementación de la igualdad y políticas de género en empresas e instituciones. Además de todo esto, Gloria Lomana fue Directora General de los informativos de Antena 3 durante 13 años (2003-2016).
Es la periodista que más tiempo ha estado al frente de los informativos de una cadena de televisión en España. En la etapa actual está más volcada en su faceta como escritora, y además forma parte de la red de Thinking Heads. Con ella hablamos de periodismo, feminismo y liderazgo.
RW. En tu época de periodista y directora de informativos, ¿cuál es la noticia que te tocó contar o coordinar para que se contase que más te ha marcado?
G.L. La noticia más terrible que me tocó coordinar como directora y vivir con tristeza como ciudadana y periodista fue el 11M de 2004. Lo recuerdo todavía con horror porque, a diferencia de en otras ocasiones como el 11S cuando las imágenes nos llegaban de fuera, en este caso los equipos volvían a la redacción auténticamente doloridos y consternados. Nos tocó contar algo que nunca hubiésemos querido contar.
RW. ¿Y en la parte positiva?
G.L. Hemos contado noticias relevantes en el día a día, avances que se han visto en ciencia, salud, convivencia, numerosas manifestaciones a favor de grandes causas...
Recuerdo muchos pequeños momentos que, cuando además te gusta el periodismo y le pones la pasión, los vives como intensas oportunidades en las que ejercer la profesión.
RW. ¿Las fake news son más peligrosas que las relaciones del periodismo con el poder o son consecuencia?
G.L. Son planos distintos. El periodismo y el poder tienen relaciones que no siempre tienen que ser incestuosas. Los periodistas necesitamos tener fuentes de información y muchas veces esa información nos viene naturalmente de los centros de poder. Lo importante es que el periodista tome distancia, sea profesional, riguroso y que por lo tanto se aleje de intereses y sirva al periodismo desde la ética.
Las fake news son algo diferente. Las estamos evidenciando, dándoles ahora la relevancia que tienen, pero es un fenómeno antiguo. ya se hablaba de fake news en los años 90. Lo que pasa ahora es que se están orientando con desinformación absolutamente intencionada, que va dirigida a manipular las mentes y orientar a una opinión pública que se la considera vulnerable en función precisamente de esa información.
En la medida en que los ciudadanos reciben y son impactados con noticias falsas que se ponen en circulación intencionadamente, quedan más expuestos a recibir nuevas oleadas de fake news. Es un fenómeno extraordinariamente preocupante que además se ha hecho global y contamina tanto la política como los negocios, incluso contamina la reputación de las marcas. Las fake news hay que combatirlas con profesionalidad y sobre todo con buen periodismo.
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{ "id":"6120", "titular":"Los grandes medios tradicionales mantienen sus audiencias gracias al consumo online", "prefijo":"actualidad", "slug":"estudio-audiencias-medios-tradicionales-online", "image":"/media/cache/intertext/medios-tradicionales-online.jpg", "path":"/actualidad/estudio-audiencias-medios-tradicionales-online" }RW. ¿Crees que los grandes medios de comunicación españoles han sabido afrontar la transformación digital?
G.L. Unos más que otros como suele suceder. En cualquier caso, se está todavía en esa transformación porque es algo permanente. Queda camino por recorrer porque es un camino abierto, por eso lo importante es cambiar las mentes y afrontar los cambios con naturalidad. Acostarse cada día sabiendo que te tienes que levantar reinventado y en permanente cambio.
Yo desde hace años he acuñado un slogan que tenía puesto en letras grandes en la redacción. Ponía:
Lo único que permanece estable es el cambio.
Creo que esa tiene que ser la mentalidad. Es más, si uno cree que no tiene que cambiar es cuando tiene que hacerlo. Con esa mentalidad los medios se van adaptando. El problema es que no sabemos cómo es el futuro que le espera al periodismo y tenemos que trabajar duro para que el periodismo siga siendo lo que siempre fue: la verificación de las noticias, el rigor, el contraste y el atenerse a los hechos.
RW. Como comunicadora, ¿dirías que estás enganchada al teléfono?
G.L. Enganchada no. Lo uso como una herramienta y una oportunidad para comunicarme. En este siglo XXI la manera de comunicarnos ha cambiado exponencialmente: en 2001 nacía Wikipedia, en 2004 Facebook, en 2006 Twitter, han surgido los blogs, WhatsApp...
Todo este proceso que ha irrumpido de una manera tan vertiginosa e imprevista y sin habernos planificado nos ha cambiado la manera de comunicarnos. Hay que ver la tecnología como una oportunidad para comunicarse, pero tanto uso el smartphone como uso la tablet o el ordenador. Cada uno para funciones diferentes, pero todas son grandes oportunidades.
RW. Fuiste la única mujer que en su momento dirigía una redacción de informativos. ¿Por qué una mujer periodista lo tiene más difícil que sus compañeros hombres?
G.L. Una mujer periodista no lo tiene más difícil en periodismo. De hecho el 70% de los estudiantes de periodismo son mujeres y prácticamente en la misma proporción son mujeres las que trabajan en las redacciones.
Lo que sí tenemos más difícil es acceder a puestos de dirección y probablemente sea en la misma proporción que en el resto de la sociedad porque estamos reclamando todavía que las mujeres estén en puestos de dirección en el mundo de la empresa.
En periodismo estamos probablemente en la misma situación que el resto de la sociedad, hacemos funciones perfectas cuando somos segundas, pero no terminamos de acceder a la dirección y todavía sigue siendo noticia que una mujer dirija los servicios informativos o un periódico nacional. Por fortuna esto está cambiando. En los últimos años yo fui la excepción y ésa era una pregunta recurrente en las entrevistas. Ahora ya tenemos mujeres en la dirección de televisión y prensa y se está viendo con normalidad. Lo que falta es precisamente eso: normalizar que las mujeres ocupen puestos de esta naturaleza, que se visibilice su trabajo y que desde ahí den oportunidades a las demás mujeres para que puedan promocionarse de la manera que le corresponde.
RW. ¿Qué tiene que tener un profesional para ser un buen líder de los negocios?
G.L. Hay que hablar de liderazgos inclusivos, los liderazgos de hombres y mujeres se complementan perfectamente y no hay que hacer distinciones. Tenemos que hablar de profesionales y, en función de ello, establecer todo lo demás. Las conciliaciones tienen que ser para ambos sexos y las políticas de género también: todo tiene que ser integrador e inclusivo.
Un líder tiene que ser también integral con esa visión inclusiva, encaminar sus metas a conseguir el éxito pero haciéndolo con equilibrio personal y también familiar. Un buen líder tiene que trabajar además con ilusión, creer en el esfuerzo, en la excelencia y sobre todo en el trabajo en equipo. Tiene que saber asumir retos, convirtiendo el fracaso en oportunidad y también transmitir valores trabajando con ética y conociendo todas las áreas funcionales de la empresa para comprender el trabajo de todos los compañeros del equipo.
RW. ¿Ves cercano el liderazgo de las máquinas?
G.L. Las máquinas no son el futuro, sino que ya son el presente. Creo que nos van a quitar muchos trabajos, pero probablemente sean trabajos que no queramos hacer.
Nos darán muchos datos, nos harán muchos análisis, pero quiero pensar que los liderazgos van a seguir siendo de las personas. La máquina nunca va a tener el alma que tenemos los seres humanos. De hecho, las grandes corporaciones de Silicon Valley están demandando mujeres. Las grandes tecnológicas en españa también las dirigen mujeres y es se debe a que están buscando ese mundo de ideas, más emocional que aportan las mujeres. Creo que los humanos seguiremos poniéndole el alma, la pasión, la mirada, los sentimientos y las emociones a las cosas, y eso es algo que no pueden hacer las máquinas. Todo lo demás que lo hagan las máquinas. Eso sería estupendo.
RW. Vamos con una ronda de preguntas rápidas...
- Las redes sociales son... una oportunidad... para la televisión.
- Los jóvenes ya no ven la televisión porque... consumen a la carta
- Sin periodismo no hay... democracia
- Lo más importante que tiene que tener un periodista es... rigor
- A los empresarios que no piensan en mujeres para los puestos de poder les dirías que... se están equivocando. Que aprovechen el 100% del talento
RW. Hablemos un poco de Marketing…. ¿Qué significa para ti esta palabra?
G.L. Reforzamiento de marca, posicionamiento. fortaleza y visibilidad.
RW. A la hora de construir la marca personal de una periodista, ¿qué valores es necesario asociar a ella?
G.L. Profesionalidad, trabajar con rigor, contraste y ética.
RW. ¿Haces zapping en los anuncios?
G.L. Te podía hacer zapping con esta pregunta y te la paso (risas)....
RW. Supongo que eres más de televisión que de redes sociales, ¿no? Cuando se trata de alguna noticia importante de actualidad, ¿cómo te informas?
G.L. Voy mucho con los tiempos. Por ejemplo, en el caso de la reciente catástrofe del incendio en Notre Dame en París, el primer impacto lo tuve a través de las redes sociales. Lo vi ahí y rápidamente fui a ver imágenes en televisión. En cualquier caso me informo siempre a través del periodismo y de la prensa.
RW. ¿Qué te está aportando pertenecer a la red de Thinking Heads?
G.L. De Thinking lo que más me gusta es precisamente que se trata de una red. Esto suma muchísimo. Cuando hablo de retos para las mujeres, una de las herramientas a las que me refiero es trabajar en red. Me gusta mucho vivir conectada, estar en conexiones buenas, saludables... Thinking Heads aporta precisamente eso.
RW. Ya para terminar, una pregunta que nos gusta hacer para conoceros más en el ámbito personal. ¿Qué haces para que el mundo sea cada día un poco mejor?
G.L. Claramente trabajar por la igualdad porque creo que es construir un mundo más justo y más decente. A nivel estrictamente personal lo que hago es tratar de ser más inclusiva y flexible. Éso es entender mejor a los demás, hacerte con la mente joven de la que vienes y quedarte en esa etapa que es muy positiva y flexible.