“Ponte Cara” llevaba preparándose mucho tiempo. Y los asistentes al evento tenían ganas de conocerse. Eso se notaba.

Se palpaba en el ambiente: en el nerviosismo de una larga cola que se formó a la entrada para recoger las acreditaciones; en los vestidos elegantes, los tacones y las corbatas; y hasta era evidente al observar las sonrisas tímidas en el photocall y poner la oreja indiscreta en los primeros comentarios para romper el hielo…

Mi nombre es canario, pero yo soy de Madrid.

Ah! Yo vengo de Segovia.

Pues yo de Bilbao.

¿A qué se dedica tu empresa?

Te dejo mi tarjeta.

Se lo estaban tomando muy en serio. “Ponte Cara” todavía no había empezado, pero ellos ya estaban practicando con el networking. En el entorno offline, claro. Porque el online ya lo tenían controlado desde mucho antes de citarse en el selecto Centro Nacional de Golf de Madrid para la gran cena.

Siete y media de la tarde. Recogemos las acreditaciones, saltan unos cuantos flashes más en el photocall….

Y vamos cogiendo sitio en las primeras filas de una sala que había tenido que ser remendada para acoger tal éxito de convocatoria (en un principio contaban con unas 100 personas, pero la familia acabó aumentando hasta unas 160 más o menos).

Mientras revisamos la bolsa de bienvenida escuchamos mucha conversación y murmullo de fondo. Entre los regalos descubrimos el libro “Triunfar haciendo networking” de Nohelis Ruiz, una libreta y unos cascos de LinkedIn (punto de partida y padrino del evento).

Ya acomodados, aprovechamos para observar a nuestro alrededor. Pasan 20 minutos de la hora de inicio prevista y no para de entrar gente por la puerta. Calculo que andarán todos por los treinta y tantos (cuarenta como mucho). Parece que esto del networking es cosa de jóvenes.

Echo un vistazo a Twitter: hashtag #PonteCara. Leo mucha impaciencia, buenos deseos y me río con los gifs animados del Príncipe de Bel Air y de los minions.

¿Conseguirá Ponte Cara ser trending topic?, me pregunto…

Casi las nueve y por fin empieza. Se presenta un tal Javi Sancho, de Tarragona. Un tipo aparentemente tímido que tarda 5 segundos en hacer estallar la carcajada general (no estoy exagerando) y meterse al público en el bolsillo: “Si me encuentro al de Tesla en el ascensor le suelto: oye si mi cuñado que es Colombiano se monta en un coche eléctrico de los tuyos, ¿se puede considerar que es electrolatino?”.

El chiste del presentador venía a cuento de que estaba previsto que el Director de Tesla para el Sur de Europa, Pere Brugal, diese una conferencia en “Ponte Cara”. Su nombre estaba en la agenda, pero finalmente Pere no pudo asistir y su ausencia la salvó con holgura Sergi Grimau, ex jugador de baloncesto y autodenominado “conseguidor de cosas”.  

Antes de que Sergi nos ilustrase con una camiseta tuneada con su usuario de Twitter y nos contase su experiencia de cómo había llegado a ser Director de Marketing de una compañía que vende a 140 países “por ser como es”, era el impulsor de todo el sarao de “Ponte Cara”, Carlos García Trillo, quien (previo fallo técnico de micrófono) nos recordaba que todo lo que estábamos viendo había empezado con un post en LinkedIn. “A las 9 de la noche de un martes, que siempre es la mejor hora para publicar en esta red social...”, comentaba Carlos que no dejaba de insistir en que habían sido los propios asistentes los que habían hecho grande el evento.

Y tan grande, porque fue trending topic y consiguió traer a gente hasta desde Londres. A algunos tuvimos oportunidad de conocerles durante sus 45 segundos de gloria entre ponencia y ponencia; a otros ya los hemos fichado para agregarles a LinkedIn. Nunca se sabe si alguno de ellos se convertirá en el próximo Jeff Bezos.

En estas estábamos cuando nos dieron las diez y media de la noche y nos fuimos a cenar. Más networking, selfie colectivo y agenda de contactos ampliada.

¡Bravo!

Sólo puedo decir gracias por invitarnos e implicarnos en la cobertura informativa de este gran proyecto. Ha sido un verdadero gustazo.

Por cierto, una idea para el próximo “Ponte Cara” en Barcelona: ¿Y si ponéis una caja en la entrada para dejar los móviles? Vale que así será complicado repetir el trending topic, pero como ejercicio de desvirtualización sería infalible...