La agencia de publicidad Ogilvy&Mather ha desarrollado con Ipsos un estudio de neuromarketing que permite saber qué siente el consumidor ante los estímulos de la publicidad.
Nuestro cerebro responde a la publicidad
El estudio ha querido dejar fuera el "sesgo verbal" de la publicidad y analizar únicamente las reacciones que se producen en los cerebros de los consumidores ante distintos estímulos publicitarios.
El experimento se ha hecho sobre una muestra representativa de hombres entre 35 y 44 años a partir de distintas técnicas de neurociencia, como Eye-tracking y electroencefalograma, para poder medir las respuestas inconscientes y espontáneas de los participantes a distintas activaciones de su cerebro. Estas son las principales conclusiones:
- La publicidad tiene 8 segundos para encontrar el flechazo y por lo tanto hay que enamorar rápido al consumidor. El estudio demuestra que los primeros segundos del spot son fundamentales para captar la atención visual y auditiva del espectador y también para activar la zona de su cerebro donde residen las emociones. Cuanto más se refuercen los segundos iniciales, más atención y placer se conseguirá generar en el público.
- El poder del jingle: la música hecha ad hoc multiplica el interés. Midiendo el engagement de un mismo spot de Iberia con diferentes melodías, se observó que cuando la música forma parte de la idea creativa, el espectador genera niveles de vinculación muy superiores a cuando no tiene intención ni mensaje.
- El silencio aumenta la atención: la práctica ha demostrado que la utilización inteligente del silencio es un buen recurso para ganar atención y aumentar la eficacia de una campaña.
- El logo si es simple, mejor: la neurociencia demuestra que nuestro cerebro tiende a la comodidad y a lo rutinario. De ahí que el estudio realizado con logos haya revelado que la atención se concentra en los estímulos más simples, porque son los que resultan más fáciles y rápidos de interpretar.
- Se graba mejor en el cerebro un mensaje único y consistente: la demostración científica también confirma que la mejor manera de consolidar la imagen de una marca es trabajar con consistencia sobre los mismos atributos.