Cuatro consejos para gente ocupada

  • El silencio potencia el pensamiento creativo y las ideas innovadoras
  • Meditar y desconectar del mundo digital son actividades que pueden mejorar el aprendizaje
Consejos gente ocupada

En la sociedad actual existe un bien aún más escaso que el dinero o el tiempo: el silencio. Son numerosas las autoridades y profesionales que defienden la paz y el silencio en un mundo rodeado de información, ruido, notificaciones e interrupciones.

El silencio es un elemento necesario para generar buenas ideas y trabajo de calidad

El periodista y autor Ta-Nehisi Coates argumenta que el silencio es un elemento necesario para generar buenas ideas y trabajo de calidad. La escritora J.K. Rowling y el biógrafo Walter Isaacson practican períodos de silencio profundo para manejar el flujo de información.

Estudios recientes han demostrado que dedicarle tiempo al silencio restaura el sistema nervioso y condiciona nuestras mentes para que se adapten y respondan mejor al entorno. Además, recientemente se ha descubierto que el silencio está asociado al desarrollo de nuevas células en el hipocampo, área del cerebro asociada al aprendizaje y la memoria.

Cultiva el silencio real

Pero cultivar el silencio no significa solamente tomarse un respiro de las distracciones, las conversaciones o los tuits. El silencio real, del tipo que facilita el pensamiento creativo, requiere silencio interno así como externo.

El silencio real es tanto interno como externo

Este tipo de silencio consiste en relajar los reflejos mentales que surgen espontáneamente. Consiste en tomarse un descanso temporal de una de las responsabilidades más básicas a día de hoy: pensar qué decir. Estamos constantemente concentrados en una agenda verbal: qué decir, qué escribir, qué tuitear. Así es difícil hacer un hueco a perspectivas diferentes o ideas radicalmente nuevas. Es difícil caer en modos profundos de escucha y atención. Y es en esos modos profundos de atención donde nacen las ideas verdaderamente innovadoras.

Incluso las personas más ocupadas pueden cultivar periodos de silencio. Estos son cuatro consejos prácticos para ello:

  • Establece periodos de cinco minutos de silencio. Cierra la puerta de la oficina, vete a un banco del parque, o encuentra algún otro rincón silencioso. Así podrás cargar las pilas practicando el silencio mediante la meditación o la reflexión.
  • Tómate una tarde libre en la naturaleza. No hace falta ser un aventurero para dejar el teléfono en casa y dar un paseo por el campo. La inmersión en la naturaleza es una de las mejores opciones para mejorar la capacidad de pensamiento creativo.
  • Ayuna de medios. Apaga las notificaciones del email unas horas o un día completo. Ignora las noticias y programas de entretenimiento. Aunque haya ruido ambiente a tu alrededor, podrás disfrutar de beneficios reales dándole un respiro a ciertas áreas de tu cerebro que están continuamente trabajando en busca de información.
  • Da el paso y prueba un retiro de meditación. Incluso un retiro de corta duración es la forma más directa para practicar el silencio profundo y despertar la intuición.

Aunque el mundo se está volviendo más ruidoso, el silencio aún es accesible. Tan sólo necesitas creatividad y compromiso para cultivarlo.