Los primeros resultados de las rebajas de invierno indican que las ventas han sido discretas y la expectación escasa. Los comercios de proximidad están sufriendo un descenso de las ventas al inicio de la campaña, una caída aún más significativa que el año pasado cuando cerró con un descenso del 0,1%.
La Confederación Española de Comercio insiste que se ha perdido la finalidad de las rebajas como herramienta para dar salida al stock de temporada. “Tras varios meses de descuentos el margen que queda es muy estrecho y estropea la temporada”.
Las promociones y los descuentos adelantados a otras épocas del año (como el
Black Friday
) han desvirtuado los períodos tradicionales de rebajas. “Cada vez más comercios se apuntan a los descuentos, precios especiales y ofertas desde finales de noviembre y en plena campaña de Navidad, arrastrados por el comercio online”. Por ese motivo las rebajas tradicionales son cada vez “más efímeras y sin ningún impacto ni atractivo”.La consecuencia es que las rebajas pasan cada vez más desapercibidas para los compradores. Una situación que, de seguir esta tendencia, puede tener graves consecuencias en el sector, acelerando el cierre de pequeños y medianos comercios.
¿Cuál es la solución?
Desde la CEC han pedido a las distintas administraciones soluciones para salvar el comercio de proximidad, principalmente mediante la vuelta a la regulación de las rebajas con dos campañas principales: invierno y verano.
La confederación insiste en que “la liberalización de las rebajas no supone un estímulo, sino un perjuicio que afecta negativamente al sector”.
