Las redes sociales pueden ser un buen espacio para analizar las preocupaciones, necesidades e intereses de las personas. Y en tiempos de complejidad económica como los actuales, pueden ofrecer una aproximación a la forma en que están adaptando su manera de consumir. Y ahora el estado de las mechas y tintes de pelo que pueden verse en TikTok se ha convertido en un indicador de todo ello.
La inflación, la crisis de la vivienda o las políticas comerciales están afectando al comportamiento del consumidor
El coste de vida se ha incrementado considerablemente a lo largo de los dos últimos años, empujado por factores como la inflación o el elevado precio de la vivienda. En Estados Unidos, concretamente, la política arancelaria de Donald Trump también está comenzando a hacer mella en los bolsillos de los consumidores.
Y muchos de ellos han comenzado a prescindir de ciertas categorías de productos y servicios, siendo la estética y la belleza uno de ellos. Con vistas a reducir sus gastos y ahorrar para poder hacer frente a necesidades básicas, como la vivienda o la alimentación, un segmento de los usuarios han dejado de acudir a las peluquerías o han reducido la frecuencia con la que lo hacen. A finales de febrero una usuaria ponía el tema sobre la mesa en un vídeo que se hizo viral y que supera el millón y medio de reproducciones.
En respuestas a su publicación, otros usuarios han recordado cuando los colores naturales o las raíces gruesas se convirtieron en tendencia estética tras las crisis económica de 2008. Un estilo que ahora, a la luz de la complejidad económica de 2025, parece haber regresado.
Lo cierto es que muchos usuarios han compartido en redes sociales a lo largo de los últimos meses que no pueden permitirse mantener ciertos estilos de pelo. Los tintes, las mechas y los baños de color son, en la mayoría de los casos, de los servicios más caros de las peluquerías y están comenzando a percibirse como un lujo. Una usuaria bromeaba sobre ello a finales del año pasado en un vídeo que ahora supera los 2,3 millones de visualizaciones.
El regreso, voluntario o no, a los colores naturales de pelo es también una respuesta a los cambios recientes instaurados en las empresas del sector de la belleza. Según informa The Washington Post, ante un escenario económicamente desafiante muchas peluquerías estadounidenses han cambiado sus modelos de negocio. También lo han hecho buscando una mejora de las condiciones en una industria caracterizada por salarios bajos y largas y apretadas jornadas laborales.
Algunas han instalado un sistema de de precios por hora, de tal forma que pueden llegar a cobrar más de 100 dólares por hora por cortes, tintes o decoloraciones. Otras están cobrando más por servicios básicos, como el secado de pelo; o incluso, dejando partes del proceso, también como el secado, en el propio consumidor. Algunas también se están especializando en determinados servicios y estableciendo precios premium por ellos.
Según testimonios que recoge el citado medio, el coste de un corte con aplicación de tinte y secado de pelo puede situarse de media en 500 o 600 dólares. Esto supone que el coste por este servicio se ha incrementado entre 150 y 200 dólares en cuestión de dos años.
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La situación ha llevado a muchos usuarios a apostar por el “do it yourself” en el terreno de la estética. A este respecto se puede observar cómo han proliferado en TikTok los vídeos sobre cómo hacerse mechas o cómo teñirse el pelo en casa, con la intención de ahorrar costes en los servicios y productos de peluquería.
Esto, a su vez, entraña oportunidades para las marcas del sector que cuenten con productos en esta línea, como Garnier, L'Óreal, Llongueras o Palette. Es una ocasión para reforzar su estrategia de marketing en torno a este tipo de artículos y generar conexión con los consumidores capitalizando un insight. Es más, muchas de ellas se han asociado con creadores de contenido para impulsar la notoriedad de sus productos.
A este respecto, también es una ocasión para que las empresas de peluquería y estética refuercen la traslación de su propuesta de valor y pongan de manifiesto el impacto que tienen en la vida del consumidor, haciendo énfasis en factores como la calidad del servicio o la atención personalizada.
Más allá del sector de la belleza, la tendencia demuestra cómo los consumidores están cambiando sus hábitos y comportamientos para navegar un contexto de complejidad económica e incertidumbre. Y es un insight de valor para que las marcas revisen sus estrategias para acompañarles con mensajes coherentes y productos y servicios adecuados.
