El crecimiento sostenido que manifiestan las plataformas OTT encuentra su representación en eventos como los Oscars, en los que, con mayor frecuencia, además de premiar a las mejores películas del cine mundial, se reconocen contenidos emitidos por proveedores de servicios de streaming, liderados por Netflix, Amazon y Hulu.
La red de agencias de medios Wavemaker ha utilizado Live Panel, una herramienta global basada en encuestas al consumidor, para realizar un sondeo acerca de las suscripciones a servicios de televisión bajo demanda, con el objetivo de comparar estos datos con la cantidad de usuarios que concurren al cine, tomando como base aquellos que declaran hacerlo 11 ó más veces al año.
Tras un análisis que ha abarcado 49 mercados y contado con la participación de 209.867 encuestados, uno de los puntos que destaca, y confirma, el estudio es el auge de la televisión bajo demanda. Las cifras recogidas desvelan una proporción que casi duplica en usuarios a los que declaran acudir con frecuencia al cine.
La encuesta establece que en el caso de la Generación Z, que en el análisis abarca a jóvenes de entre 18 y 23 años, el consumo de la televisión y las películas bajo demanda (24%) supera ampliamente al de la pantalla grande (19%). En España esta diferencia aparece aún más marcada, con un 17% de adolescentes que miran contenidos bajo demanda, mientras que solo el 8% dicen ir al cine.
Lo mismo ocurre con la Generación Y, jóvenes de entre 25 y 34 años, quienes a nivel global han manifestado un consumo equiparado entre la televisión bajo demanda y cine, ambos en 32%, mientras que en España esa cifra se despega para alcanzar un 28% en los primeros y un 22% en los segundos.
Si miramos concretamente al mercado local, la cantidad de personas que declaran acudir al cine 11 veces o más durante el año, duplica a la media mundial. A su vez, el número de personas que expresan ver diariamente películas o series bajo demanda se encuentra un poco por debajo de los resultados internacionales, aspecto que el análisis atribuye, en parte, a que la llegada de Netflix a España fue algunos años después de su desembarco en Estados Unidos o Reino Unido.