La campaña de YSL Beauty sobre el abuso, una lección en activismo de marca

  • “No lo llames amor” se considera un ejemplo positivo de construcción de marca y compromiso social
  • YSL Beauty lanzó el programa global “El Abuso no es Amor” en 2020 y ha impactado ya en 1,3 millones de personas
Una pareja se abraza en un anuncio de YSL Beauty

Se lanzó el pasado 8 de marzo con motivo del Día Internacional de la Mujer, pero un mes después la campaña de YSL Beauty sobre el abuso y las relaciones tóxicas sigue invitando a la reflexión y generando inspiración a nivel internacional. “No lo llames amor”, que se apoya en cuatro años de trabajo de la marca con el programa “El Abuso no es Amor” está siendo interpretada como una lección en compromiso social y activismo de marca. 

La violencia física y psicológica dentro de la pareja es una de las formas más extendidas de violencia hacia las mujeres. Se trata de una cuestión sistémica y estructural que según ONU Mujeres, afecta a más 736 millones de mujeres y niñas en todo el mundo. Una causa en la que la división de belleza de Yves Saint Laurent aborda desde 2020 con un programa global orientado a prevenir y erradicar la problemática y contribuir a un mundo más seguro para las mujeres. 

La marca ha vuelto a recordar su compromiso este año con “No lo llames amor”, un spot que, precisamente, subvierte los códigos narrativos y estéticos de las categorías del lujo y la cosmética para crear un storytelling sorprendente y visualmente impactante. Se capta la atención del espectador con una puesta en escena sofisticada que anima a pensar que se trata de un anuncio más de perfumes, pero que revela de manera sutil señales de violencia en la pareja. 

El spot se acompaña de un llamamiento a ampliar información en el sitio web de la marca dedicado a la iniciativa. Este recoge nueve indicadores clave que pueden ayudar a reconocer y prevenir situaciones de abuso, así como un “entrenamiento online” para educar en la lucha contra el machismo y la violencia contra las mujeres. 
También incluye información de contacto de organizaciones y asociaciones con las que YSL Beauty trabaja en los diferentes mercados. 

El objetivo de la iniciativa es, en la industria de la belleza y la publicidad promover representaciones que cuestionen los estereotipos, y a nivel social, fomentar relaciones equitativas y respetuosas y una conversación profunda y sostenida sobre la necesidad de un cambio social y cultural. “Creemos profundamente en el poder de la belleza para fomentar un cambio positivo”; comentó en su momento Stephan Bezy, Director general internacional de YSL Beauty. “El Abuso no es Amor es un compromiso con nuestros valores”.

Por su parte, Manon Ergin, Directora Global de Comunicación e Imagen de YSL Beauty, señaló que como marca líder a escala internacional, tienen una responsabilidad de moldear activamente la cultura, y no solo de limitarse a reflejarla. “Nuestro objetivo es crear un efecto dominó que vaya más allá de las campañas publicitarias tradicionales e impulse un cambio significativo a escala mundial”, comentó. 

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Las claves de la lucha de YSL Beauty contra el abuso

Semanas después de su lanzamiento, la campaña sigue destacando en la conversación de los profesionales de la industria del marketing y la publicidad, que no solo aplauden la causa que abandera YSL Beauty, sino también la forma de hacerlo. Más allá del loable mensaje contra la violencia, la campaña emplea de manera ingeniosa y efectiva los códigos de la categoría para captar la atención de los usuarios para concienciar sobre la causa. 

La marca ha demostrado, además, que no se trata de un discurso puntual con intención de sumarse a una tendencia social, como ocurrió con el criticado anuncio de Pepsi protagonizado por Kendall Jenner en el que la marca, según muchos consumidores, trivializó con el movimiento Black Lives Matter.  

En este sentido, “No lo llames amor” no supone un gesto superficial, sino que construye sobre unos esfuerzos a largo plazo. La campaña se alinea con un compromiso más profundo y sostenido, uno que además no sólo trabaja la línea de la comunicación, sino que también implica, entre otras cosas, apoyo financiero a la investigación, iniciativas de educación para los consumidores y capacitación para empleados. 

El programa está vinculado a los valores fundamentales de YSL Beauty

Por otro lado, la causa que defiende YSL Beauty es una vinculada a los valores fundamentales de la marca, que trabaja por el empoderamiento y la independencia de las mujeres, y encaja de manera natural con su posicionamiento. A este respecto, la plataforma “El Abuso no es Amor” combate una problemática que obstaculiza la seguridad, el bienestar y la independencia de las mujeres. 

Asimismo, la marca ha trabajado la plataforma junto a partners especializados, lo que ayuda a garantizar que la causa se aborda con un enfoque preciso y responsable y no queda ensombrecido por objetivos comerciales. Además, la campaña no se limita al plano de la concienciación, sino que también anima a los consumidores a actuar y a tomar un papel activo en la identificación de señales de abuso y la mejora de los comportamientos en las relaciones de pareja. 

Según comparten desde YSL Beauty, desde su lanzamiento en 2020 el programa "El Abuso no es Amor" ha permitido la formación y apoyo de más de 1,3 millones de personas. Ha contado con una inversión de más de 5,2 millones de euros y la colaboración con organizaciones especializadas en más de 25 mercados. 
En España, en alianza con la Fundación Ana Bella, el programa ha alcanzado a más de 37.000 personas desde 2021.

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