Después del éxito de convocatoria del Ponte cara en Madrid, el evento de networking que surgió de un post espontáneo en LinkedIn, quiso repetir ejercicio de desvirtualización en Barcelona.
Nos ponemos cara en Barcelona
El espacio elegido fue el Café del Mar, un escenario que consiguió un ambiente de cercanía, casi de intimidad, gracias a las luces de las lámparas que ya empiezan a mezclarse con los adornos de Navidad a estas alturas de noviembre.
De nuevo, las entradas se agotaron y todos los que consiguieron asiento venían con ganas de ampliar su agenda de contactos y escuchar a los ponentes convocados para la ocasión. La primera en romper el hielo fue Eva Martín, CEO y Cofundadora de Tiendeo, que desde el minuto uno dejaba claro su objetivo en Ponte Cara: “Quiero animaros a todos a emprender, aunque ni siquiera tengáis una idea”. Por arriesgado que parezca, en su caso salió bien.
No tengas miedo y emprende
Resumidamente Eva contó que Tiendeo nació de las ganas de tres ingenieros industriales que tenían claro que querían montar un negocio antes de saber siquiera en qué consistiría. Y, por si fuese poco el riesgo, decidieron montarlo en plena crisis en España: en el año 2011. “Ser los primeros en España que decidimos pasar a digital los folletos que nos encontrábamos en el buzón fue clave para nuestro negocio”, aseguraba la CEO de Tiendeo para explicar el éxito de su empresa en nuestro país. La prueba es que: “Levantamos 1 millón de euros durante los 2 primeros años y en 2013 fuimos rentables”.
En busca de financiación
Una vez encontrada la idea de Tiendeo, el siguiente paso fue buscar financiación. ¿Cómo lo hicieron? De nuevo, apostando por el riesgo.
“De los tres fundadores, dos dejaron su empleo para dedicarse a tiempo completo a investigar el mercado. En esa época nos repartimos mi sueldo entre los tres”, explicaba Eva Martín. Fue llamando a varias puertas como encontraron la inversión que necesitaban para contratar a los primeros programadores que necesitaban para lanzar su producto. Lo curioso es que, según cuenta su fundadora, buscar financiación para crear Tiendeo no fue lo difícil. “Lo más complicado fue crecer y asegurar los recursos humanos que permitieron ese crecimiento”.
Siguiente paso: internacionalización
“Somos un negocio de audiencia: cada vez que alguien hace clic en un folleto, ganamos unos céntimos. Cuando esto empezó a pegar fuerte en España, no dudamos en dar el salto internacional”, asegura la CEO de Tiendeo.
Así fue como un negocio que empezaron montando 3 personas en Barcelona ha acabado por llegar a 120 empleados repartidos por todo el mundo en apenas 6 años. “La parte positiva de todo esto es lo que se aprende”, reflexionaba Eva que recuerda que al tener perfiles profesionales tan similares, los fundadores de Tiendeo tuvieron que especializarse en as distintas patas del negocio: la técnica, ventas, comunicación, marketing… “¡Por supuesto, cuando empezamos no teníamos ni idea de cómo hacer networking!”, aseguraba medio entre risas Eva Martín para insistir en su teoría de que cualquiera que tenga ganas de montar un negocio puede hacerlo. Incluso aunque no tenga una idea.
Ánimo, valientes.