Una “OPV negativa” llama la atención sobre el problema de la violencia contra los niños

  • El coste económico de esta lacra en Europa se estima en más de 124.000 millones de euros
  • La ONG  Innocence en Danger lanza esta campaña con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Infancia

La Bolsa de París ha sido escenario de un evento financiero singular: el lanzamiento de la “primera OPV negativa” de la historia: Childhood Index Value llegó al parqué con una valoración de -124.700 millones de euros.

La creatividad ha sido desarrollada por la agencia francesa Babel

Este simulacro de operación bursátil es el modo en que la ONG Innocence en Danger ha querido llamar la atención del mundo corporativo y financiero sobre el problema de la violencia ejercida contra los niños, especialmente el abuso sexual. La agencia Babel es la responsable de la creatividad.

La campaña consta de un spot y de piezas gráficas, y se ha lanzado con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Infancia promovido por Naciones Unidas, que se celebra el sábado 20 de noviembre. Innocence en Danger quiere poner de manifiesto con ella que, más allá de las razones humanitarias obvias por las que hay que proteger a los niños de cualquier tipo de abuso, en la cuestión confluyen también factores de tipo económico y social.

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Un coste que equivale al 8% del PIB mundial

Un informe publicado por Naciones Unidas en 2015 y titulado “El coste económico de la violencia contra los niños” es la base del argumento creativo de la campaña. En él se afirmaba que el coste económico anual que acarrea esa realidad es de unos 124.700 millones de euros en Europa, y varios billones a escala global. La cifra, según precisa Innocence en Danger en una nota de prensa, equivale al 8% del PIB mundial.

Aparte de la cuestión humanitaria, la violencia contra los niños genera gastos sanitarios, sociales y judiciales

“Esa cantidad”, indica la ONG, “no incluye solo los costes en que incurren, por un lado, el sistema sanitario y de protección social para aliviar los daños físicos y mentales de las víctimas, y, por otro, el sistema judicial para instruir y juzgar los casos. Significativamente, la cifra recoge también los gastos indirectos que suponen para la sociedad las víctimas cuando llegaba. Ala edad adulta, pues, de media, adolecen de una peor formación, tienen menos ingresos, son menos productivos y se ven más afectados que el conjunto de la población”.

“Con el lanzamiento de la nuestra OPV negativa”, dice Homayra Sellier, presidenta y fundadora de Innocence en Danger, “estamos llamando la atención sobre el coste económico que carrera la falta de políticas para el cuidado de los niños y tratamos de demostrar que invertir en ellas genera un retorno económico real. Todos deberíamos “invertir” en la infancia”, incluso el mundo de las finanzas”.
"Al llevar a la infancia a la Bolsa le estamos hablando directamente al mercado financiero”
, señala por su parte Jean-Laurent Py, Director Creativo de Babel. “Pensamos que para hacerse oír, Innocence en Danger tenía que hablar el lenguaje d los inversores y del dinero para hacer su petición".

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La ONG se ha planteado conseguir donaciones por valor de 50.000 euros con su campaña de la “OPV negativa”. Las aportaciones pueden hacerse a través de la página web de la entidad.