Las cosas sobre la mesa.
Ese es el nombre del último estudio de Findasense, un documento que analiza las macrotendencias en alimentación y bebidas. Un informe cuyo objetivo es analizar las nuevas formas de consumo entre las generaciones Millennial y Centennial para poder construir marcas creíbles: un reto para conectar con los nuevos consumidores.
Un nuevo escenario
Nos encontramos ante nuevos consumidores, conductas y desafíos en el mercado. Y eso nos provoca, por lo tanto, nuevas preguntas.
Los Millennials y Centennials tienen nuevas conductas, con hábitos cambiantes y erráticos. Pero una cosa tienen clara: buscan crear un impacto inmediato y viral en sus círculos.
Antes el consumidor se amoldaba a la oferta, ahora el producto se adapta a las demanda
Eso representa un desafío para las marcas, que no logran entender a estos consumidores. Y así surge una nueva retahíla de preguntas: ¿Cómo consumen Millennials y Centennials? ¿Cómo se traslada esta conducta al sector de alimentación y bebidas? ¿Cómo influye en el proceso de compra? ¿Y qué pueden hacer las marcas ante esta situación?
Estamos ante un cambio de paradigma. Si antes era un mundo product-centric, ahora hablamos de customer-centric. Antes el consumidor se amoldaba a la oferta, ahora el producto se adapta a las demanda. Y por ese motivo la herramienta más poderosa para comprender era demanda de los consumidores es el análisis de datos que generan. Los datos son el ADN del consumidor.
Las 5 etapas de la decisión de compra
Las nuevas generaciones priorizan el consumo de ciertos productos y servicios especiales, aquellos que tienen un compromiso sobre el impacto, con una composición de origen respetuoso y una adquisición sencilla.
Eso nos lleva a las 5 etapas en la decisión de compra:
- Impacto: ¿Cómo impacta ambientalmente?
Las nuevas generaciones exigen un compromiso ético y sostenible: quieren productos seguros. Y tienen una herramienta muy sólida para comprobarlo, la transparencia del search en cualquier momento y lugar. Y la denuncia o aprobación mediante el share.
Los fabricantes de alimentos y bebidas tienen que identificar claramente el sistema de producción, las cadenas de suministro y la apuesta por un packaging responsable.
- Composición: ¿Cómo está compuesto?
Los consumidores quieren transparencia en los alimentos que consumen. Esto significa: etiquetas y listas de alimentos cortas y simples con ingredientes familiares para ellos, con información rápida y útil para tomar la elección más saludable (y sustentable).
- Adquisición: ¿Cómo se compra?
Aquellos que opten por la personalización podrían atraer a más consumidores. Y no adaptarse a esta tendencia podría poner en riego la fidelidad de un consumidor que optará por otras que si ofrezcan este plus de beneficio.
- Imagen: ¿Cómo se ve?
Se come con los ojos. Y eso sigue siendo de gran importancia, tanto para los consumidores como para la industria. La comida es una experiencia sensorial, y se buscan productos que involucren lo visual y la textura. Un diseño o una experiencia que marque una diferencia.
- Consumo: ¿Cómo y cuándo?
El auge del delivery ya es un hecho: el 55% de los españoles que vive en ciudades pide comida a domicilio al menos una vez al mes (según un estudio de AECOC). Esta tendencia además se ve impulsada por las Cook Room, Dark Kitchen o Blind Restaurant: un espacio donde uno (o varios) restaurantes preparan platos solo para su servicio a través de delivery.
El estudio es análisis cualitativo realizado por el equipo de Intelligence y Research de Findasense.
Más info.: Estudio completo "Las cosas sobre la mesa"