Otros casos de publicidad desafortunada

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El accidente de Germanwings ha sido el último caso a añadir en una larga lista de ejemplos en los que la publicidad se ha dejado ver en los contextos más desafortunados.

En la noticia “A grandes tragedias, publicidad desafortunada”, ya os mostramos cómo un mismo espacio era compartido para informar de la tragedia y para anunciar vuelos o planes de seguros al mismo tiempo.

Eso sí, desde Reason Why, lejos de acusar a ningún medio por permitir estas fatales coincidencias, destacamos que, al menos en el ámbito digital, este tipo de prácticas no dependen al cien por cien de la empresa anunciante. El retargeting y la publicidad semántica son, sin duda, los grandes responsables… Y es que al sector le queda aún mucho camino por recorrer para que la calidad llegue a estas técnicas publicitarias.

Este tipo de prácticas podrían ser evitadas en cierta medida por las compañías y agencias en el momento de configurar cualquier presencia online de su marca. Hay que optimizar la publicidad digital para conseguir que los anuncios aparezcan en contenidos afines y no en aquellos que contengan palabras tipo "accidente" u otros conceptos delicados que puedan dañar la imagen y reputación de la marca.

Pero lejos de centrarnos sólo en el ámbito digital, hoy queremos exponer otros casos de publicidad desafortunada. Aparecer en un periódico de tirada nacional puede sonar bastante atractivo para las empresas anunciantes. Sin embargo, el infortunio y la falta de comunicación entre los diferentes departamentos de un medio (redacción y comercial) puede tener consecuencias directas para el anunciante. Así, más que incrementar las ventas del producto o servicio en cuestión, lo que consiguen es el efecto contrario...

Ejemplos de publicidad desafortunada

Es quizá uno de los casos más recientes. El periódico The New York Times informaba del accidente ocurrido hace unos meses en Malasia. En el texto, se afirmaba que el avión estaba en paradero desconocido tras estrellarse en el océano. Justo encima de esta trágica afirmación, aparecía un anuncio del iPad Air que motivaba a los usuarios a ver y explorar sitios únicos. En la imagen aparecía un hombre con su traje de buzo en las profundidades de un océano.

Esta imagen hace referencia a unas escaleras mecánicas en las que un avión de la compañía Turkish Airlines desciende en picado. Una ubicación poco acertada...

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Otro ejemplo lo podemos encontrar en The Herald, diario que publicó un gran anuncio de una tienda de armas con ofertas navideñas justo en la misma página en la que se informaba sobre un tiroteo en una escuela pública.

Con el hundimiento del crucero Costa Concordia, en algún diario español se pudo ver otro ejemplo más de publicidad desafortunada. ¿Véis cómo hay que optimizar el retargeting y la publicidad semántica?

Muy desafortunada también la publicidad de Renfe con la tragedia de Santiago.

 

Y hay otros casos más que os muestro a modo de ejemplo, todos ellos bastante delicados.

Por cierto, las redes sociales no quedan exentas de esta polémica. En 2013 Facebook censuraba un anuncio por usar la foto de una adolescente ya fallecida.

¿Hasta cuándo seguiremos viendo ejemplos de este tipo? Si hay herramientas disponibles que permiten controlar la publicidad desfortunada, ¿por qué no se usan óptimamente?

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